Por Ramón Elejalde Arbeláez
La Universidad Autónoma Latinoamericana de Medellín -UNAULA- cumplió en el día de ayer cincuenta y seis años de vida. Durante estos años ese importante centro docente se viene posicionando en el país como una institución respetable y como tal la ha reconocido el Ministerio de Educación y el Consejo Nacional de Acreditación, al otorgarle en el mes de mayo de este año, la Acreditación en Alta Calidad. UNAULA fue el producto de la osadía de un grupo de estudiantes y profesores que pertenecían a las universidades de Antioquia y Medellín y que en los convulsionados años sesenta resolvieron crear una institución que impartiera educación con sentido crítico, que difundiera, respetara y formara para honrar los derechos humanos, que fuera gobernada por estudiantes, profesores y ahora egresados, que fuera un nicho donde las clases populares encontraran formación de calidad y que hiciera de la convivencia y del respeto por el medio ambiente su directriz de vida.
A fe que esos objetivos propuestos por ese grupo de soñadores, jóvenes hace cincuenta y seis años, son, por estas calendas, una realidad tangible. UNAULA es hoy un centro universitario, orgullo de los antioqueños. Su historia está signada por innumerables dificultades, especialmente en sus orígenes, cuando fue objeto de señalamientos por la rebeldía de sus fundadores, inconformes con la educación que recibían en sus universidades, indudablemente otros centros docentes de prestigio y renombre. Esas dudas ya no existen. La Universidad hoy es diversa en todo el sentido de la palabra. Allí encuentran formación todas las expresiones de nuestra sociedad y lo hacen en un sentido de camaradería, hermandad y respeto por el otro. Todas las expresiones políticas, religiosas, sociales, sexuales tienen en su seno el espacio respetable para exponer y defender sus ideas, con el respeto de quienes no las comparten. Se propicia la discusión franca y sin ofensas. Se respeta la diversidad. Cayó en tierra abonada la “locura” juvenil de sus fundadores.
Hoy la Universidad Autónoma exhibe con orgullo a la inmensa mayoría de sus egresados, casi todos ellos haciendo quedar bien a su alma mater. La presencia de UNAULA en la Corte Suprema de Justicia, el Consejo Superior de la Judicatura y hace poco en la Corte Constitucional y el Consejo de Estado, además en tribunales, juzgados, fiscalías, empresas, entidades gubernamentales, ministerios, cuerpos colegiados y en el ejercicio profesional, es rúbrica de una formación de calidad. Miles de egresados están dando fe, en todo momento, de su idoneidad profesional.
La Autónoma tiene hoy acreditados en alta calidad sus programas de Derecho, Contaduría, Ciencias de la Educación y Economía y está en proceso de obtener los de Administración e Ingenierías. Cuenta con diez y siete especializaciones y tres maestrías en Educación y Derecho Humanos, Derecho Administrativo y en Derecho Procesal Penal y Teoría del Delito.
A su Rector, Rodrigo Flórez Ruíz, a sus fundadores sobrevivientes, a sus directivos, a sus docentes, a sus estudiantes, a sus empleados y obreros un reconocimiento y mil felicitaciones.
Debo aclarar, que soy orgullosamente UNAULISTA.
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