29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Todos contra EPM

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez 

La polarización de los antioqueños en torno a lo que viene sucediendo en las Empresas Públicas de Medellín es radical y muy visceral. No hay lugar a puntos intermedios que permitan un acercamiento entre las partes y lo peor de todo este doloroso proceso es que desde ambos sectores se vocifera no solo contra el contradictor, sino que no existe delicadeza alguna en utilizar armas que puedan afectar y causar un perjuicio irreparable en una de las instituciones emblemáticas de los paisas. No importa causar el daño que sea a la Empresa con tal de golpear a los enfrentados. Pareciera que mientras más detrimento se cause, más pierde el otro. “Si se acaba con la reputación de la Empresa, corremos el gran riesgo de llevarla a la quiebra”, afirmó con tino el señor Bruce Mac Master, presidente de la Andi.  

Acepto que mi artículo será impolítico y que a tirios y troyanos los va a incomodar, pero puede ser el inicio de alertas que pongan fin a la confrontación o que por lo menos amainen los daños que se le pueden causar a EPM. 

El alcalde y el gerente desconocieron en materia grave a la Junta, saltando por encima de elementales procedimientos de buen gobierno. Si la administración municipal estaba incómoda con algunos miembros de la Junta, debió reemplazarlos sin causar traumatismos. La conciliación solicitada con diseñadores, constructores y aseguradoras de Hidroituango, previas a una demanda, debió ser igualmente evaluada hasta la saciedad. El gerente tiene que entender que llegó a una institución donde la austeridad es obligatoria y urgente y que la situación no está para la opulencia y el desenfreno burocrático. 

La Junta defenestrada y sus patrocinadores y aquí incluyo a gremios, empresarios, cámaras de comercio y un largo etc. que debieron salir a proteger a la Entidad que por tantos años dirigieron y a demostrar que el amor que decían tenerle a las Empresas Públicas era verdad, procedieron con infantil pataleta. Hicieron lobby ante cada nombramiento que efectuaba el alcalde de un miembro de la Junta para que no aceptara. Presionaron y descalificaron eventuales o reales candidatos, creando el caos propicio para que las calificadoras de riesgos acabaran de centrar su mirada en lo que sucedía en EPM. Distribuyeron artículos de prensa, tuiteres, opiniones, videos y todo lo que salió contra el alcalde Quintero y el gerente Rendón, sin cálculo alguno por el daño que eso causaba. Había furor y rabia. 

A todo este triste panorama hay que sumarle la conducta de algunos funcionarios de EPM, que se han dedicado a vociferar y han encontrado en los contradictores del alcalde un eco potenciado en grado sumo. Desde lejos se les ve actuar con desmedida pasión. Han filtrado documentos reservados de la Empresa con intención dañina.  

A todas estas, los enemigos de Antioquia, los privatizadores de todo lo público y los anarquistas, se deben estar frotando las manos porque las consecuencias de todo esto los va a beneficiar.  

 ¿Los antioqueños podemos esperar algo de sensatez? (Opinión).