23 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Contracorriente: Germán Navas, señor de señores

Ramon Elejalde

Por Ramón Elejalde Arbeláez 

Termina este 19 de julio un período más del Congreso de Colombia y con él se pone fin a veinticuatro años de prolija y productiva labor del parlamentario bogotano, el abogado Carlos Germán Navas Talero. Brillante, agudo, estudioso, serio, responsable y honesto. Eso y mucho más deja como ejemplo a sus pares y a quienes le han de seguir, este respetable y verdadero padre de la patria.  

Germán Navas llega al Congreso en 1998 por fuerzas independientes y logra hasta el período que termina, su reelección en esta corporación. En el año 2007 se afilia al Polo Democrático y terminará el período actual perteneciendo a esta importante fuerza de la izquierda democrática de Colombia. Lo conocí en el año 2002 y durante esos cuatro años fuimos compañeros de parlamento, pero igualmente de oposición seria y argumentada contra el primer gobierno del doctor Álvaro Uribe Vélez. En esa ocasión tuve el privilegio de escuchar sus intervenciones sesudas, serias y argumentadas. Se puede decir que en ese período y en todos los que estuvo, fue un parlamentario destacado y reconocido por sus compañeros como uno de los mejores.  

Las campañas políticas del doctor Navas Talero eran peculiares. Como era suficientemente conocido entre los ciudadanos de escasos recursos económicos por un programa que sostuvo durante muchos años en Inravisión llamado Consultorio Jurídico Popular, se limitaba a entregar volantes en zonas estratégicas de Bogotá, la gente lo recordaba con gratitud y cariño y lo acompañaba con su voto. Se puede afirmar, sin lugar a equívocos, que sus campañas eran las más económicas en la política colombiana. Sólo requería de un buen número de volantes y unos tenis cómodos.  

Germán es además un hombre amable, directo. Su discurso no tiene entresijos. En su especialidad, el Derecho Penal, era autoridad reconocida y acatada en el hemiciclo parlamentario. Nunca se le escuchó, ni privada ni públicamente, una expresión descomedida o de mal gusto, aunque era fino y punzante en el debate. No solía aparecer como espontáneo en todas las discusiones del Congreso, se reservaba para los temas importantes y especialmente en aquellos casos donde dominaba con autoridad lo que se debatía.  

Compartí curul con personas sumamente destacadas y Germán Navas Talero ocupa lugar preponderante. Allí, fuera de este insigne bogotano, puedo citar a Carlos Gaviria Diaz, Alegrías Fonseca de Ramírez, Evelio Ramírez Martínez, Armando Estrada Villa, Yolima Espinosa Vera, Juan Gómez Martínez, Roberto Camacho Weverberg y muchos otros que le han dado lustre al parlamento colombiano. 

En el período legislativo que se inicia el próximo veinte de julio se notará con fuerza la ausencia de Germán Navas, los jóvenes que llegan solo recibirán las anécdotas, los escritos y las intervenciones lúcidas y profundas de este gran hombre. Los antiguos recordarán como lo hago yo en forma permanente, que tuvimos un gran maestro como compañero, que siempre nos ayudó a buscar lo mejor para Colombia.  

Germán, te extrañará Colombia.