26 septiembre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Conoce la historia de la Cantera La Laura

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@Corantioquia

·      Una arenera en Bello que obtuvo licencia ambiental de Corantioquia para operar hasta por 15 años más

·      Formalizar para regenerar está cambiando la vida de quienes trabajan con la minería en Antioquia.

Senderos marcados con mensajes educativos sobre el cuidado y la conservación de las especies de fauna silvestre, y figuras en concreto de iguanas, armadillos y hasta delfines, hay en la ruta que conduce hasta la planta de tratamiento de aguas residuales industriales que más llena de orgullo a los propietarios de la Cantera La Laura.

Al final del recorrido la pudimos apreciar: una planta tipo filtro prensa que convierte el agua residual del proceso productivo, que contiene alto grado de sedimentos, en agua limpia, libre en un 99.9% de sedimentos y de buena calidad, lo que permite que este recurso llegue limpio a su destino final, la Quebrada La Avelina.

Además del cumplimiento normativo, esta planta fue el plus que hizo que Corantioquia, por medio de la estrategia “Formalizar para Regenerar”, les otorgara la licencia ambiental que les permite extraer material hasta por 15 años más.

Cuando hablamos de minería solemos pensar en la extracción de minerales como oro, níquel y otros. Sin embargo, en esta oportunidad, a menos de una hora de Medellín, en la vereda Hato Viejo, en el municipio de Bello, está la Cantera La Laura.

Una unidad productiva de dónde se extrae arena y, parafraseando lo que dijo don Juan, el titular minero, no es cualquier arena, es arena para revoque, “una arena de muy buen aspecto y fina”, cuya competencia directa está en Bolombolo, solo que ellos tienen la incertidumbre de lo que traiga el río Cauca, “nosotros la tenemos siempre y eso ya lo saben nuestros clientes” afirmó, enérgico, don Juan.

Y, ¿por qué una empresa pequeña se interesa por cuidar el agua, los ecosistemas y la fauna?

– Somos una empresa familiar, que desde hace cuatro décadas venimos transformando nuestro negocio. Iniciamos como caficultores, pero cuando llegó la roya, no supimos manejarla y perdimos la cosecha; fue ahí cuando la abuela, la mamá de 15 hijos, dijo: tenemos una finca rica en arena, y empezamos con los vecinos de la zona como paleros a trabajar por utilidades.

Siempre hemos visto la posibilidad de ayudar al entorno, generando empleo y ganancias para todos.

La conciencia de la formalidad y de la legalidad es algo que de generación en generación ha hecho parte de nosotros, es lo que nos ha movilizado a obtener los permisos necesarios para poder trabajar de forma tranquila, sin el temor de que mañana o pasado lleguen a cerrarnos, porque, no solo nos afectaría a nosotros como empresarios mineros sino a todos los que hacemos parte de esta cadena productiva.

Obtener una licencia ambiental para extraer arena va más allá de su significado normativo y literal.

Es la posibilidad de demostrar que hacemos las cosas bien, que sí es posible y que no se necesita de grandes estructuras financieras o físicas, aunque cumplir la normatividad puede resultar costoso en términos económicos y más para una pequeña o mediana empresa, sin duda, es la sostenibilidad lo que vale.

Sin la quebrada pues, básicamente, no tendríamos materia prima. ¡Ah!, y sin el agua no tenemos vida.

Además, tenemos que ser sensatos; ser legal sí resulta un beneficio para nosotros, porque las grandes empresas constructoras ya exigen que tengamos todo en regla y somos pocos los que podemos vender con la plena tranquilidad de que todo cumple con lo establecido en la ley, es decir, que esto también es una ventaja comparativa en el mercado.

El acompañamiento de Corantioquia, de manera permanente, con el Grupo de Licencias Ambientales y Trámites Especiales, fue clave durante el proceso para lograr realizar los ajustes necesarios y finalmente obtener la licencia a través de la cual se exalta el compromiso de la empresa por el desarrollo económico, social y ambiental de esta zona del norte del Valle de Aburrá, jurisdicción de la Oficina Territorial Aburrá Norte.

Corantioquia sigue intensificando esfuerzos para demostrar que las actividades extractivistas bien hechas son posibles, y que trabajar en armonía con el ambiente y con el entorno también lo es.

Y Cantera La Laura nos demuestra su compromiso para estar conectados por la vida.