24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Carlos Holmes Trujillo: Su profesión era la decencia y el respeto

@IvanDuque @AlvaroUribeVel 

Basta recoger las reacciones sobre la triste y sorpresiva muerte de Carlos Holmes Trujillo García , para encontrar dos palabras que definían su trayectoria: Decencia y respeto. 

Carlos Holmes podía hablar fuerte, pero siempre soportaba sus intervenciones con argumentos serios y la fuerza de la información. Menos adjetivos y más datos, y sobre todo se cuidaba de formular ataques personales. Por eso sus contradictores lo respetaban porque Carlos Holmes no se revolcaba en el fango de la política sucia. También por eso lo califican aún como un abogado de avanzada y amplia trayectoria en el sector público. 

Jamás estuvo salpicado ni involucrado en rollo alguno de corrupción, o escándalos por contratos. 

Este abogado, especialista en Derecho penal y en Criminología, fue el primer alcalde de Cali por elección popular y también fue el primer presidente de la Federación Colombiana de Municipios. 

Carlos Holmes nació en Cartago, el 23 de septiembre de 1951, estaba casado con Alba Lucía Anaya y de cuya unión nacieron los hijos Carlos Mauricio, Camilo, Iván y Rodrigo. 

Su actuación en la política era el reflejode cómo se portaba en el hogar. Un hombre absolutamente amoroso, padre ejemplar y un ciudadano convencido de haber nacido para serle útil a la sociedad. 

Se recibió como abogado de la Universidad del Cauca. En el mismo claustro cursó especialización en Derecho Penal y Criminología. Posteriormente hizo un posgrado en Japón, específicamente en la Universidad de Sofía de Tokio. Allí se tituló como Máster en Negocios Internacionales. En el país nipón llevó a cabo otros cursos relacionados con administración. 

Una de las principales características de Carlos Holmes, que lució en los diferentes cargos públicos que desempeñó, era su espíritu conciliador. Aunque tenía contradictores que lo sabían ofuscar, como Gustavo Petro, Carlos Holmes nunca le dio el gusto de que lo viera perder sus estribos. Porque se preparaba para enfrentarlo con información seria e irrefutable. Y también lo demostró como Alto Comisionado para la paz.  

Estos rasgos de su formación lo convirtieron en el ministro estrella de Duque y el hombre de mayor credibilidad dentro y por fuera del país. 

Aunque a comienzos de diciembre había anunciado su posible retiro para reiniciar un posible camino hacia la Presidencia, en el momento de enfrentar al Covid-19 estaba dedicado a combatir el peor enemigo del país: El narcotráfico. 

Como ya fue candidato a la vicepresidencia en las elecciones de 2010 y precandidato a la Presidencia de la República en 2018, todo su recorrido y experiencia lo nutrían como uno de los mejores aspirantes en el 2022. 

Pero el Covid-19 nos privó de un candidato que iba a hacer de la decencia y el respeto, por fin una campaña de admirar. (Con datos de Presidencia y Blu).