25 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Aproximación a George Soros (II)

Por Horacio Toro 

La influencia de George Soros en el mundo y en Colombia es innegable. 

Desde hace cuarenta años somos uno de sus patios de sus ensayos sociales. La iglesia, los gobiernos, muchas personas se han dejado llevar como niño de la mano de esta ideología y hoy vemos las consecuencias. 

Soros, conocido por su activismo constante en apoyo a derechos LGBTI, minorías raciales y religiosas, trabajadores sexuales, legalización de drogas, temáticas sobre el aborto y la eutanasia, el despoblamiento del campo y la reducción de la población.  

La imagen que Soros ha vendido de sí mismo es la de un humanista, filántropo e inversor exitoso. Una imagen muy distinta de la que presentan sus críticos que lo califican de pro abortista, instigador al consumo de drogas, promotor de huelgas y vandalismo, enemigo de la familia, enemigo del cristianismo y desestabilizador de los gobiernos. 

El comunismo, al que la mayoría de los colombianos le tenemos miedo, es a ese socialismo siglo XXI estilo Chávez, ese de “exprópiese, “camarada” y sobre todo a los que hemos vivido el flagelo de esos grupos de delincuentes y terroristas llamados guerrilla y que se pregonan como “la revolución”. Ese comunismo o socialismo o marxismo leninismo es lo que nos han vendido para llenarnos de miedo y que ponen en cabeza de personas como Gustavo Petro, del que se piensa que es la encarnación de castrochavismo y que lo va a implantar en Colombia si es presidente. 

Les tengo buenas y malas noticias de esta opinión. Las buenas, es que creo que eso no es cierto. Las malas, es que es peor lo que nos espera, me explico: La nueva izquierda no se quiere ocupar de esos temas, hay otras estrategias para apoderarse de las tierras y las empresas. Podemos ver los casos de Bolivia, Nicaragua y el propio Venezuela.  

El punto es que la izquierda contempla varios objetivos básicos que sí son el propósito de su ideología.  

Primero, desintegrar la familia, algo así como lo vaticinó una ex – reina de Antioquia, eso de hombre con hombre, mujer con mujer, ect.  

Segundo, acabar con la idea de Dios. Creen ellos que Dios no se necesita, que ese es un invento de unos retrógrados del medioevo y que las nuevas generaciones son más inteligentes. 

Tercero, no se debe proteger el cuerpo en ningún tramo de la vida. Es un propósito alienar a los seres humanos, para que en cualquier edad puedan hacer de sus cuerpos lo que les antoje, no puede haber ninguna restricción. Solo como ejemplo, una mujer puede abortar en cualquier momento y sin tener que dar explicaciones, o un menor puede consumir alucinógenos o tener relaciones sexuales con el que él considere sin que sea delito, o se puede acabar con una vida que socialmente no sea conveniente, e interrumpir una vida como un gesto altruista y por último, la frase que se va a imponer y que su implantación hará cambiar a la humanidad… “no tengas nada y sé feliz”.  

Se está abriendo camino en el mundo el concepto de la renta básica, el famoso mínimo vital. De ahí que la gente no necesita trabajar, la idea es tener internet, vivienda, salud y educación gratis.  

A manera de ejemplo, hoy el señor Biden está manteniendo ocho millones de desempleados a los que les asignó 2.400 dólares mensuales para que se queden en sus casas. Algo así, ya se está discutiendo en nuestro congreso. 

Esta nueva izquierda es la que nos trae señor Soros y que ya incursionó en Colombia. Se acabaron las guerras de guerrillas, ahora la guerra es contra la raza humana. Por eso fue que se logró el acuerdo con las FARC liderado por Juan Manuel Santos, miembro de la junta directiva de Crisis Group.  

La senadora María Fernanda Cabal, desde el año 2017, ha venido publicando informaciones de Soros y lo ha vinculado con la guerrilla, con las Ongs izquierdosas y lo ha tildado de “rey del caos”, entre otras cosas. Y no se equivoca. Solo se queda corta en las apreciaciones ya que el propio presidente Duque adopta, sí o sí, estas ideas como propias tal como ocurrió con el fraking y la insípida idea de la “Economía Naranja” que para algunos no es más que vender el patrimonio cultural de Colombia a las multinacionales.  

Lo más difícil para la gente de a pie, como nosotros, es que el señor George Soros solo es uno de los muchos de este grupo de personas poderosas que quieren implantar esto en el mundo. Otros ni siquiera se muestran y otras que aparentan ser todo lo contrario, pero en realidad son fieles súbditos de esta élite mundial, tal como lo cuenta un informe del 31 de mayo de 2018 el portal BL es Mundo cuyo título es: “Soros ya ganó las elecciones en Colombia: Petro y Duque están bajo sus garras”. 

A estas personas no les importa el dinero porque pueden disponer de él de forma ilimitada, además son pacientes, tienen todo el tiempo, han demostrado que lo pueden hacer y que gobiernos, iglesias, empresas y personas están dispuestas a ayudar a que eso se logre. 

Los que nos creemos despiertos somos la inmensa minoría y solo podemos cuidar de nosotros, de nuestro círculo más cercano, orar mucho y protegernos los unos a los otros.