28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Ante la lógica de Roy

Por Juan Gómez Martínez

(Tomado de El Colombiano)

Acusaron al ministro Guillermo Botero por haber bombardeado un campamento guerrillero sin preguntar si había menores. Resulta que esos guerrilleros, como siempre, tenían menores reclutados a la fuerza y cayeron bajo las armas del Estado que están para combatir a esos delincuentes secuestradores.

No me imagino, con esa lógica favorable a los guerrilleros, qué podía hacer el gobierno para evitar la muerte de los secuestrados. Supongo, según Roy y sus amigos, que el gobierno debía haber llamado a ese campamento. Esta sería la conversación: – “Habla el ministro de Defensa. Es que hemos descubierto ese campamento ilegal y pensamos bombardearlo el próximo martes. Queremos saber si hay menores reclutados o secuestrados con ustedes, para tomar las precauciones del caso”. Ese no puede ser el procedimiento, no lo podrá ser.

A la guerrilla, a los cultivadores de coca, a los exportadores de la droga, a los comercializadores de la misma, a los paramilitares, a los guerrilleros disidentes se les tiene que combatir con las armas legítimas del Estado. Los cultivos de coca, estamos en mora de fumigarlos con glifosato, sin tener contemplaciones con los que se oponen con falsos argumentos siempre favorables a los mafiosos. El Estado tiene que actuar con contundencia y sin pedir permiso.

Roy Barreras, Cepeda, Benedetti y sus amigos de la extrema izquierda, están favoreciendo a la guerrilla, a los cultivadores de coca, a los violadores de niños y, para resumir, a los amigos de Juanpa (como le gusta que le digamos) quien les entregó el país a los subversivos.

El ministro Botero hizo su labor y la hizo bien. Por mi parte le pido que reciba mis felicitaciones y agradecimientos por lo que hizo por nosotros los colombianos. Otra cosa es la política de la izquierda, que pone al país en un segundo plano. Sus intereses son personales, su política: el empobrecimiento de Colombia y su aspiración, con esa política destructora: el apoderarse de la patria que los otros colombianos amamos.

Lástima que el ministro se precipitó a presentar su renuncia, no esperó a que un pueblo agradecido lo respaldara, que como colombianos de bien estábamos dispuestos a hacerlo.

Ya que no quisieron a un ministro civil dirigiendo el Ministerio de Defensa en Colombia, espero ver un alto militar, tres o cuatro soles, sentado en la silla que con humildad dejó el ministro Guillermo Botero. No podemos permitir que la subversión haga de las suyas, que asesine, que extorsione, que secuestre, que viole a los jóvenes, que trafique con drogas, que acabe con los ríos, que tumbe el bosque para sembrar coca, que acabe con la patria y que el gobierno les tenga que pedir permiso para combatirlos. La herencia de Juanpa (como le gusta que le digamos), que no quiso el presidente Duque contarnos qué fue lo que encontró, poco a poco se va conociendo el estado de ruina, de corrupción, de entrega a los subversivos, de caos económico, de ruina moral.

Que el presidente Duque, con la ayuda de Dios y de los colombianos de bien, logre enderezar el país. Ese es nuestro ruego.

P.D.: Artículo escrito antes del nombramiento de un nuevo ministro, Carlos Holmes Trujillo, entre otras cosas excelente. Suerte, ministro.