28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Análisis: 59% del Presupuesto General de la nación, a gastos de funcionamiento

Javier Hoyos Arboleda

@IvanDuque

El siguiente es el análisis del experto Javier Hoyos Arboleda, Asesor de gestión legislativa, sobre el Presupuesto General de la nación:

El Presupuesto General de la nación incluye gastos por $314 billones, un 19% más frente al presentado respecto del 2020 y representa el 27,7% del Producto Interno Bruto. De los $314 billones de pesos, $185 billones corresponden a gastos de funcionamiento, equivalen al 59% del total del presupuesto, con un crecimiento del 11%; $76 billones corresponden el servicio de la deuda, representan el 24,2% y aumentaría el 41,6%; y los $53 billones restantes son para inversión, pesan el 16,9% y crecería el 23,1%. Dichas variaciones tienen como referencia el presupuesto ajustado por el gobierno, pues el aprobado por el Congreso difiere en su monto. En los últimos presupuestos se ha solicitado, en el primer debate, menos amortización a la deuda y más inversión, pero en la práctica esto no se ha cumplido y nada raro sería que se repita la historia en el 2021.

Si se tiene en cuenta que los mayores gastos por la pandemia se reflejan en el 2020, los aumentos para el 2021 son significativamente altos aún si se excluye el servicio de la deuda y más si se comparan con una inflación del 2% al 3%.

Las proyecciones macroeconómicas se afectan permanentemente por las condiciones cambiantes en los ámbitos nacional e internacional y a medida que se conocen los datos reales. Frente a las proyecciones del gobierno consideramos que la caída en la economía va ser superior en este año, la inflación un poco menor, los impuestos sobre la renta se perciben optimistas por lo que el déficit fiscal y las necesidades de financiamiento también serán mayores. Aún con la recuperación de la economía en el 2021, que creemos se dará, lo más probable es que quedemos con un PIB nominal igual al del 2019 y un PIB nominal per cápita similar al del 2018.

Coincidimos que los impuestos indirectos mejorarán en el 2021, pero tenemos dudas sobre el aumento esperado en el impuesto de renta. Las utilidades de las empresas caerán fuertemente, los ingresos de las personas naturales también se han afectado por la reducción salarial y por el alto desempleo. Además, algunas rentas de capital, principalmente por arriendos y los dividendos, se afectarán sustancialmente.   Lo anterior puede ser indicativo de un mayor déficit fiscal al estimado como lo anotamos atrás.

En el proyecto de ley se explica ampliamente y con detalles los datos del presupuesto del año en consideración, pero no mucho los cambios que trae el presupuesto del año anterior: $263,5 billones registra el gobierno para el 2020 vs  $271,7 billones el aprobado por el congreso.  ¿Qué se aplazó o pospuso? ¿Cuáles recursos se reasignaron?

Hay dos rubros adicionales en el presupuesto que muestran alguna fragilidad en los ingresos: las enajenaciones ($12 billones) y el denominado otros recursos de capital ($26,1 billones) que según la exposición de motivos corresponde a “estimaciones de financiamiento requerido para asegurar la ejecución del presupuesto”, lo cual suena muy general, algo así como una variable de ajuste. El no incluirlos implicaría presentar el presupuesto desfinanciado y obligaría de inmediato a presentar una reforma tributaria. ¿Puede esta cifra ser un indicativo de la magnitud de la reforma tributaria futura? (Vea informe y anexos).