“La contaminación es un arma de destrucción masiva.”
“…la Contraloría de Medellín presentó un estudio que concluyó que cerca de 4.500 personas mueren cada año en la capital antioqueña por Enfermedades Respiratorias Agudas (ERA). Entre 2011 y 2016, la cifra total de fallecimientos superó los 22.900.” RCN
Amable lector: ¿usted ha visto las tuberías de los puentes (esos tubos amarillos) o los parasoles de muchos establecimientos públicos, renegridos por la grasa y la contaminación que a ellos se adhiere? Así quedan igualmente sus pulmones, los de sus hijos, los de sus nietos y los de todos los habitantes del Valle del Aburrá, después de que respiramos el aire contaminado de dicho Valle o de Bogotá, solo que los tubos tienen la fortuna de que, cuando se sabe que algún visitante importante visitará a la ciudad, los alcaldes mandan a los bomberos para que los laven con hidrolavadoras, pero lamentablemente no hay hidrolavadoras para lavar nuestros pulmones cuyosalvéolos, que son los que nos permiten respirar, se van tapando, se van obstruyendo hasta que nos quedamos sin pulmones y pasamos a sufrir una enfermedad pulmonar obstructiva crónica, conocida como EPOC, que es la misma que sufren aquellos que fuman, la que nos causa, como es obvio, la muerte, en medio de la angustia, la asfixia, los dolores y la depresión más espantosas.
Ese hollín, que respiramos es una mezcla de arsénico, plomo, monóxido de carbono, asbestos, benceno, dióxido de azufre, metano, polvos y demás partículas en suspensión, entre otros venenos.(Lea la columna).
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