24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Alminar: Sin alcalde, ni concejales

¡Ah mal representados que estamos!

Por José León Jaramillo Jaramillo (foto).

leonjaramillo53@gmail.com

“Un pueblo que elige corruptos no es víctima es cómplice.” George Orwell

“Necesitamos una nación donde la corrupción no sea una forma consentida de gobernar.” Javier Díez Canseco.

Ética elemental: Es elemental que tenemos que trabajar y conseguir dinero, para poder vivir y si nos enriquecemos magnífico, pero nunca apoderandonos ilícitamente de los recursos y de las empresas de los demás y menos si aquéllas o éstas les pertenecen a los colombianos más pobres.

Los políticos no nos representan, nos engañan y nos roban permanentemente, nos roban el futuro, incluyendo las vigencias futuras, son barriles sin fondo y cada vez son más abusivos y más ambiciosos.

Son unos estafadores, pues nos hacen promesas para que votemos por ellos a sabiendas de que no las van a cumplir, porque sus agendas y sus intereses personales y los compromisos que adquirieron, con terceros delincuentes que los patrocinan, no se los permiten. Ellos llegaron fue a hacer negocios y a repartirse las ilícitas utilidades entre sus socios, a enriquecerse, a apoderarse de todo lo que puedan, a conseguir dinero que es su único valor en la vida, esa es su misión. !Son adoradores del becerro de oro únicamente!

Es indiscutible que votamos por Santos para que fortaleciera la seguridad y el orden y terminó, en la práctica, de auxiliador de las FARC, pues despilfarró millones del erario para hacerlos resurgir de sus cenizas y para ganarse un Nobel de Paz que no se merecía y quién sabe qué más,  pues permitió que el país se inundara de coca y que las guerrillas, los grupos de narcotraficantes y las bacrimes se  fortalecieran y de que manera, acuartelando para ello a las tropas cada vez más débiles y quien sabe que tan politizadas, al punto de que la semana pasada un grupo de 500 bandoleros atacó con palos y machetes a las personas que erradicaban manualmente matas de Coca, en el departamento del Cauca. (Lea la columna).