16 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Alminar: Entre basuras

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Hay que acabar con las “oficinas” de los delincuentes comunes, pero también con las de los delincuentes de cuello blanco.

Por José León Jaramillo Jaramillo (foto).

leonjaramillo53@gmail.com

“La causa de los males no fue solo el capo, sino más bien ese Pablo que habita en cada uno de nosotros y que ya forma parte del ADN local.”  Julián Posada – EC

“La falta de principios y de valores es la responsable de que la sociedad esté como está”

“…No pienses más; sentate a un lao,

que ha nadie importa si naciste honrao…

Es lo mismo el que labura

noche y día como un buey,

que el que vive de los otros,

que el que mata, que el que cura,

o está fuera de la ley…” Cambalache     

Los que detestamos las dictaduras sangrientas, represivas, cavernarias y deshonestas como las de Cuba, Nicaragua o Venezuela, promotoras de guerrillas, del odio de clases, del narcotráfico y de las violencias estatales y narcoterroristas, dictaduras en las cuales lo primero que pierde el ciudadano es su libertad y lo segundo su patrimonio, hasta tener que abrazar la ruina y la miseria más espantosas; desahucio que solo encuentra alivio, cuando Dios le ayuda al ciudadano a huir del subyugado país, votamos por el doctor Iván Duque Márquez y no por el doctor Gustavo Petro Urrego, para evitar que una persona del  talante de los Castros, de Hugo Chávez o de Daniel Ortega, quienes conciben un Estado violento “sin clases sociales” ni medios de producción o distribución en manos de particulares ─a quienes denominan burgueses─, llegara al poder a destruir, a las patadas, a este país, ello con la estrecha colaboración de las plagas de ladrones y narcoterroristas que los secundan, hasta coronar su meta, la de ostentar una Colombia en ruinas, en la cual solo impere la voluntad unilateral del sátrapa cubano, a quien el régimen soviético protege por razones geoestratégicas y económicas. (Lea la columna).