Las que no paran son las puñaladas contra el acuerdo de paz. Esas se producen cuando los “ex combatientes”, como el señor Santrich, deshonrando su palabra y el acuerdo de paz, siguen produciendo y negociando alcaloides para enriquecerse como cerdos y apuñalar con cocaína el futuro de las juventudes del mundo entero. JLJ «Y la ausencia de Galán sin duda contribuyó a la expansión del narcotráfico en Colombia en niveles absolutamente desproporcionados, hasta el punto en que hoy se adelanta una negociación de paz con el principal cartel del narcotráfico de Colombia que se llama las FARC» Juan Lozano !Con bandidos no se negocia! Lo que pasó con Santrich es lo mismo que pasó con Pablo Escobar. La soberanía nacional se funda “…en el hecho de corresponder el poder a la nación, lo que ocurre en los regímenes democráticos”, como bien lo sintetiza doña María de Moliner y, en consonancia con l más al servicio de los propósitos políticos de los gobernantes…” o de quienes detentan de cualquier manera el poder. Para comprobarlo basta con observar a Maduro, a Raúl o a Santos, este último quien no solamente engañó a sus electores para acceder al poder sino que adicionalmente, con la complicidad de la Corte Constitucional, se sigue riendo, a carcajada batiente, de la voluntad popular expresada en las urnas. Mandaron al pueblo, a los de !no!, a comer de lo que dijo el coronel que no tenía quien le escribiera. !Qué vergüenza, qué remedo de democracia! Que algunos congresistas de izquierda de un país como Colombia cuyo desarrollo viene siendo frenado, desde hace más de 40 años, a las patadas, como igualmente vienen siendo frenados el desarrollo de países como Venezuela, Nicaragua y Argentina, para que nunca puedan prosperar e imperen, por el contrario, en ellos el descontento y la miseria, dado el criminal accionar de grupos armados controlados desde la Habana y denominados guerrillas, vengan a hablar de soberanía es algo que solo produce risa y más enfrente de un país realmente democrático como lo son los Estados Unidos, nuestro principal socio comercial, para alegar, sin fundamento serio alguno y con total desfachatez, que democracia es lo que se respira en Nicaragua, en Venezuela o en Cuba, países parias cuyos pueblos se revuelcan en la miseria más absoluta al punto de que sus expoliados y reprimidos ciudadanos tienen que asaltar las canecas para poder comer algo, como, al parecer, también ello sucede en Corea del Norte. En el comunismo si se alcanza la igualdad, la de la miseria para todas sus gentes y la riqueza más estrambótica para sus sanguinarios y abusivos carceleros. Eso es lo que muestra la historia. Da risa, igualmente, que la ex de Tirofijo y Cepeda, defensores de las tiranías más infames del continente, hablen de soberanía para quejarse dizque de la intervención del embajador de los Estados Unidos en los asuntos internos de Colombia, pero eso si se cuidan muy bien, ambos, de no hablar nada sobre de las injerencias indebidas de Cuba, en Colombia, Bolivia, Nicaragua, Venezuela y otros países. Según Cepeda y asociados Colombia debería insultar al embajador y decirle entrometido por oponerse a la industria de las drogas. ¿Cree usted, amable lector que Colombia debería proceder así?. Yo no lo creo, pues las relaciones con Cuba no nos han traído sino traiciones, violencia, odio, sangre y lágrimas. Nuestro comercio con la isla del odio, con Cuba, es insignificante como quiera que nuestras exportaciones a Cuba apenas alcanzaron, durante los 5 primeros meses del 2018, los 21 millones de dólares, mientras con los Estados Unidos, en ese mismo periodo, alcanzaron los 4.500 millones de dólares. Al año son, algo así, como USD11.700 millones. Son aproximadamente el 26% del total de nuestras exportaciones. Adicionalmente a los Estados Unidos no se le puede acusar de injerencia indebida en el país, pues apoyaron el proceso de paz como muchos otros países, no obstante que se pudieron haber opuesto al proceso y con fuerza, habida cuenta de que se negociaba con el cartel del narcotráfico más grande de Colombia y si fueron generosos en apoyar el proceso, fue porque el peor gobernante que de colombia ha sido y las FARC les garantizaron que el gobierno y las mismas FARC contribuirían a reducir las siembras de cultivos ilícitos (faltaron a su palabra) y que los reinsertados dejarían de exportar (contrabandear) sustancias ilícitas y para garantizar el acuerdo pactaron que a quienes se les demostraran que delinquieron o narcotraficaron después del 1 de diciembre del 2016 serían juzgados por la jurisdicción ordinaria y no por la JEP y que dado el caso de que fueran solicitados en extradición esta se le concedería al país requirente. Ahora bien, como saben que no han abandonado el narcotráfico, de mala fe, no quieren que el acuerdo se cumpla en este punto, ignorando que se les perdonaron todas las actividades narcotraficantes anteriores a dicha fecha. No es cierto, como lo dice Iván Márquez, que en el caso de Santrich hubo“… fue mala fe, no una coordinación entre dos países, sino una estratagema entre la Fiscalía del señor Martínez y la Embajada de los EEUU en Bogotá para destruir el proceso de paz de Colombia”. Por Dios, el vídeo muestra a un Santrich muy interesado en una “vuelta” donde había un billete grande, producto de una actividad delictiva, el suministro de varias toneladas de cocaína. ¿Más mala fe para dónde? Muestra, igualmente, que si Santrich aceptó la propuesta, es porque porque conoce de sobra el ilícito negocio, porque sabe dónde están las materias primas y los laboratorios y, sobre todo, cuál es su capacidad de producción y por lo que se oyó podía hasta influir en la calidad de la droga que finalmente se les entregaría a sus pares mejicanos y finalmente es la prueba plena de que las FARC están dispuestas a recibir dineros del narcotráfico y del mismo lucifer para apalancar sus campañas políticas. Muestra el vídeo que el proceso de paz es una farsa y lo más grave demuestra que, luego de la firma del acuerdo de paz, todo siguió igual pero con más bandidos y narcotraficantes en el Congreso de la República. ¿Estratagema? La pesca de delincuentes es una una estrategia válida y muy eficiente en la persecución del crimen organizado. ¿Cómo hubiera respondido, usted amable lector, a la invitación para enviar 10.000 kilos de cocaína a cualquier país del mundo? Esperemos que los Estados Unidos no nos descertifiquen, porque ese golpe si nos acercaría y de qué manera a alcanzar niveles de pobreza como los que sufre Venezuela. Lo menos que necesita el país son sanciones económicas, después del desastre económico que nos legaron Santos y sus secuaces de las FARC, los grandes destructores de la economía y de de los recursos naturales. Nótese adicionalmente que el ÍNDICE DE CONFIANZA DEL CONSUMIDOR (ICC) para el mes de abril arrojó como resultado un porcentaje de menos 9,6%, un deterioro de más de 10 puntos si se compara con los resultados del mes de marzo, cuando el resultado mostró un índice en positivo del 1,2%. A su vez, EL RIESGO PAÍS subió y se ubica en 932 pb y adicionalmente el dólar se disparó, lo que significa que la destructiva oposición de Gaviria, Vargas, Petro y las Farc está arrojando sus frutos. Coletilla Nro 1: Nueva Ministra de Justicia.- Para ser sincero me gusta el nombramiento de la doctora Margarita Cabello Blanco como nueva ministra de Justicia y espero que para adelantar la misión que le encomendó el presidente, la de presentar un proyecto para reformar a la justicia oiga a todos los actores. Si la nueva ministra no quiere que ese proyecto le fracase debe realizar foros en todo el país, para oír, entre otros, con humildad, a los profesores de las universidades, a los estudiantes, a los abogados litigantes, a los magistrados, a los jueces, a los fiscales, a los secretarios de despacho, a los sociólogos, a los antropólogos, a los historiadores, a los presos, a las víctimas de la justicia, a Asonal Judicial, a los usuarios del servicio, entre otros, antes de iniciar su tarea, la de diagnosticar las problemáticas y la de elaborar los proyectos de reforma constitucional o de Ley, necesarios para solucionarlas, como lo demanda a gritos el país, que carece de justicia y le sobran magistrados avivados. Coletilla Nro 2: Gaviria. ¿A qué juega el expresidente Gaviria cuando le falta al respeto al embajador de Estados Unidos en Colombia, tildándolo de cómplice del Gobierno Colombiano?
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