16 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Alminar: Bernie Sanders The American Maburro

“Un sabio entre los tontos y un tonto entre los sabios”

Por José León Jaramillo J.

Anderson Cooper, el famoso periodista de CNN, le recordó a Sanders que él, Sanders, había afirmado, que el pueblo cubano no se levantó y les ayudó a los Estados Unidos a derrocar al líder cubano, porque éste, Fidel, “…educó a sus hijos, les brindó educación médica y transformó totalmente a la sociedad.”, a lo que Sanders le respondió: “… es injusto decir que todo es malo. Cuando Fidel Castro llegó al poder…, tenía un programa de alfabetización masivo. ¿Es algo malo? ¿Incluso si lo hizo Fidel Castro?»  Esa frase de Sanders, la que Cooper le recordó y la respuesta que Sandersle brindó a Cooper, son la plena prueba de que Sanders es un mentiroso de miedo, pues es verdad sabida que el pueblo cubano no pudo levantarse, porque Fidel Castro, contando con el apoyo de Rusia para afianzarse en el poder, fusiló a más de tres mil cubanos, en el famoso paredón y encarceló a otros miles, condenándolos a la pena de trabajos forzados, a tal extremo, de violencia y salvajismo, que el pueblo cubano, más bien, prefirió huir hacia Miami en balsas y flotadores y aun lo sigue haciendo, para huir despavoridos del paraíso que les propone Sanders, a los norteamericanos.

Todos, menos Sanders, sabemos que el tirano implantó la inteligencia rusa y la tortura, para mantener al pueblo sometido a las patadas como lo sigue haciendo y como lo hace hoy Raúl con los hermanos venezolanos, a quienes la comunidad internacional abandonó a su suerte, en ese nuevo paraíso del crimen transnacional en que transformaron a Venezuela.

A nadie le molesta que Sanders defienda el socialismo de los países escandinavos que son un buen ejemplo de gobernanza exitosa y ejemplar, pero el candidato no debería olvidar que hay personajes cuyas vidas y obras son indefensables.  Me refiero a los criminales y genocidas de la historia, pues, aunque hubieren hecho cosas buenas, son personas que perdieron su derecho a ser respetadas, valoradas o estimadas por los demás, en razón de sus acciones criminales o monstruosas, y, por lo tanto, todos debemos rechazarlos con vehemencia.

Adolfo Hitler transformó a Alemania en una potencia mundial y acabó con el desempleo, entre otros aciertos, pero el genocidio que cometió, el de asesinar a más de seis millones de judíos, lo hacen ocupar el lugar histórico que merece, el de un psicópata despreciable.

Pablo Escobar regaló varias canchas de fútbol, construyó un barrio popular y fueron muchos los taxis o los pequeños capitales que, de los recursos mal habidos de sus socios, les donó a personas humildes, como igualmente lo hizo el Mejicano, pero sus actividades de narcotráfico y los miles de asesinatos que ordenó, dentro de los que se destacan los de periodistas, policías, militares, fiscales, jueces, magistrados, integrantes de la Corte Suprema de Justicia ─ a quienes quemó vivos con la ayuda de las guerrillas castristas, pues Castro y el General Arnaldo Ochoa fueron socio de Pablo ─ y el de los pasajeros de un avión de Avianca, entre otras muchísimas felonías en las que incurrió el capo, son conductas monstruosas que lo hacen indigno del reconocimiento social y lo obligan a ocupar el lugar que hoy ocupa en la historia de la humanidad, el de un psicópata despreciable.

Fidel Castro Ruz, a quien reemplazo, en el negocio familiar, suhermano Raúl, solo repartía, entre los pobres, lo que le sobraba. Ahora bien, es cierto que incrementaron la educación cubana, pero en el odio, en una “educación” fecodiana y para la guerra. Es cierto que mejoraron la salud de los cubanos pero despojándolos de sulibertad, para que no puedan quejarse siquiera, pero la represión salvaje que aún ejercen contra sus súbditos y la violencia y el odio que esparcen por Latinoamérica y su injerencia indebida en todos los Estados del continente, sin que podamos olvidar a sus guerrillas narcotraficantes y destructoras del medio ambiente, las que mantienen operando en Colombia y Venezuela, país este último al que destruyeron, al punto de que lograron que se diera otra diáspora como la cubana, sin que podamos pasar por alto que destruyeron el metro de Santiago y que impiden que el gobierno colombiano pueda funcionar, en su afán de apoderarse del país para repartírselo con sus compinches, como lo hicieron con Venezuela y sin que podamos olvidar tampoco los más de diez mil fusilamientos, sin fórmula de juicio, que han acaecido en la isla del terror, son hechos que los describen como unos psicópatas despreciables;  y para entender y demostrar el salvajismo de la tal llamada revolución cubana, basta citar el siguiente párrafo del Che Guevara, tan admirado por las universitarias y por Sanders: Para enviar hombres al pelotón de fusilamiento no es necesaria la prueba judicial. Ese procedimiento es un detalle burgués arcaico. ¡Esta es una revolución! Y un revolucionario debe ser una fría máquina de matar motivado por odio puro., solo un criminal puede defenderlos. ¿Qué piensa Alberto Brunori de esa frase tan edificante o del manual de guerrillas o de los fusilamientos?

Señor Sanders, estos personajes merecen el rechazo, el desprecio social y no tomarse fotos con ellos o hacerles homenajes como se los hicieron algunos compatriotas míos y suyos, a John Jairo Velásquez Vásquez, alias Popeye, cuando se tomaban fotos con éste, en las calles y en los restaurantes de la ciudad, pasando por alto, sus despistados interlocutores, que ese psicópata asesinó a más de tres mil compatriotas, entre ellos a doscientos policías de esta ciudad.

Señor Sanders, ese Estado comunista, el cubano, instaló en su isla misiles rusos con cargas atómicas, para atacar a su país y matar norteamericanos y Cuba y Rusia tuvieron que retirarlos finalmente, gracias al recio carácter del presidente Kennedy y usted solo encuentra palabras de elogio para aplaudir a ese Estado genocida.

¿Para qué les sirve la educación a los cubanos sino pueden pensar por sí mismos? ¿Si esa educación no les sirve para ayudar a su pueblo y generarle riquezas?  ¿Para qué les sirve esa educación a los cubanos si carecen de libertad y no pueden progresar ni vivir, salvo que sean psicópatas, torturadores o comunistas?

¡Dios bendiga a América y la libre de su dañina presencia, señorSanders!

Coletilla 1: Si usted quiere saber porque Sanders va a acabar con la economía norteamericana como acabó Maburro con la venezolana, le recomiendo leer la sesuda columna de Alberto J. Bernal-León, titulada “Bernie, el soviético”. https://www.larepublica.co/analisis/alberto-j-bernal-leon-500059/bernie-el-sovietico-2968443

Coletilla 2: La autonomía universitaria (Art 69 CP) tiene su razón en la protección e independencia de la academia, para librarla de la injerencia indebida del Estado, de la religión o de la politiquería, pero la norma no permite concluir que esa autonomía se extienda a garantizar el accionar salvaje y criminal de las guerrillas vandálicas castristas universitarias, ni el de ninguna otra organización de desadaptados que desprecie a la academia y pretenda imponer siempre su voluntad a las patadas, o, con fundamento en la sinrazón de la fuerza, todo lo contrario. Son algunos rectores de los centros de educación superior, quienes, por corrupción, cobardía o falta de carácter, han permitido que los campus universitarios que mal administran, se conviertan en pequeños caguancitos, para que prime la criminalidad y la falta de ética sobre la legalidad; para que los colombianos no puedan educarse y servirle al país. Qué sinvergüenzas. ¡Hay que romper relaciones con Cuba!