El exdiputado de Antioquia, Norman Correa, continúa sorprendiendo con sus actitudes.
El Reverbero de Juan Paz ya publicó una nota según la cual, el hombre le ha venido haciendo la guerra abierta a la economía extractiva, especialmente a la minería. O sea predicando las políticas de Petro.
Y en su guerra ha centrado sus ataques a todos los programas sociales y económicos de proyecto Quebradona en Jericó y el Suroeste, a todos sin excepción. Y a la Continental Gold en Buriticá. ¿Por motivos políticos? Parece…
En sus vaivenes políticos, Norman Correa llegó a la Asamblea de Antioquia por el Partido de la U, y luego dejó tirada a esta colectividad, porque supuestamente “estaba acabada”, decía…
Pero luego pretendía hacer llave con César Eugenio Martínez, del Centro Democrático. ¡Cuál de los dos peor, por Dios!, comentaban dirigentes políticos…
Pero todo parece indicar que ya llegó al Partido Verde, donde le garantizaron cupo a la Cámara de Representantes.
Este compromiso político explicaría la guerra que ha concentrado contra la minería, especialmente Quebradona, en llave con el petrista Fernando Jaramillo, quien apenas sacó 60 votos para el Concejo de Jericó.
Pero lo que no le ha contado Norman Correa a la comunidad de Jericó y del Suroeste, es que tiene un contrato vigente con el Sena, por $84 millones 875 mil hasta el 31 de agosto del presente año, como asesor de la entidad en temas alimentarios y ambientales.
Se cae de su peso que Norman Correa debe renunciar al Sena o declinar sus cañones en contra de la minería legal, de la cual, la entidad que le paga, recibe una gran parte de sus recursos económicos…
Porque nadie le puede prender una vela a Dios y otra al diablo, para quedar bien con ambos.
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