29 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Al oído y en voz baja… ¿Los azulejos? “Rodilleras en vez de independencia”

@soyconservador 

  • Aún es motivo de comentarios el editorial del diario El Nuevo Siglo, sobre la decisión del Partido Conservador de inclinarse a la coalición de gobierno.  
  • Dice que esta determinación le deja el camino abierto al verdadero partido Conservador para ejercer su doctrina como lo indica su historia. 
  • “Es decir, que ha dejado el camino expedito para el verdadero conservatismo, mucho más amplio y vigoroso en el país, como siempre pregonó Álvaro Gómez. Y así encontrar redención y vigencia por fuera del sendero infecundo y la mira estrecha e interesada que la avanzada directorista, casi anónima y furtiva, ha impuesto al incorporarse de plano a las doctrinas antagónicas del Pacto Histórico”, dice el editoriqal. 
  • Sostiene que “De hecho, acaso ni se les ocurrió asumir una conducta al estilo de la que, por cuenta del partido conservador galo, se salvó Francia de la hecatombe socialista en que venía con Mitterrand, aun participando de la cohabitación institucional. Pero por ningún motivo declarándose oficialista, ni mucho menos perdiendo su autonomía y, al contrario, afianzando sus ideas”. 
  • Vean la comparación que hace: “En estricto sentido, es como si hoy el Partido Popular se hubiera plegado a la coalición de socialistas y podemitas que gobierna España y que es lumbre indeclinable del gobierno colombiano actual”.  
  • “Y todavía peor, y bajo la misma esfera ideologizante en América Latina, como si el conservatismo chileno se hubiera desvivido por compartir los postulados de Boric, luego de subirse a la cresta de las manifestaciones anarquizantes e incendiarias (base de las colombianas de hace un tiempo), y se hubiera privado de la rotunda y ejemplar victoria democrática, el domingo pasado, contra el populismo que pretendía seguir de largo en aquel país”. 
  • “En todo caso, nada tiene que ver el pacto social del conservatismo con las tesis discordantes del progresismo conceptual que divide y fustiga a la persona por su sexo, su raza, su religión, su ingreso, en fin, todo lo que sirva para anular su dignidad y su carácter integral, a propósito de enfrentar los espíritus, suscitar la lucha cultural y de clases, y disolver el bien común que va implícito en la noción sencilla y drástica de ciudadanía”.  
  • “Ni tampoco se alindera con la expropiación, las actitudes confiscatorias, las invasiones contra la propiedad privada, la ambivalencia con los derechos humanos (como con Nicaragua), ni el decrecimiento de los modelos económicos para un país pobre que necesita salir avante”. 
  • Y remata el editorial así: “Declarados oficialistas, no habrá pantomimas de independencia alguna. Y fácil es presumir que se encontrarán con una colectividad renunciada y desierta. En efecto, hubieran mostrado ese rostro oculto en la campaña, para constatar de una vez por todas el ámbito solitario que habrían adquirido las urnas que los llevaron al hemiciclo”.