No hay ninguna actividad en Colombia que nos haya reportado más satisfacciones que el deporte. Generalmente humildes muchachos saltan a la gloria después de muchos sacrificios.
Y son ellos quienes han puesto muy en alto los colores de nuestra patria, frente a la vergüenza casi diaria que nos enrostran en la cara nuestros políticos, especialmente los congresistas.
Esta mañana el pequeño, aunque gigante monstruo de Zipaquirá, Egan Bernal (foto), se impuso a los más grandes ciclistas del mundo en la etapa 16 del Giro de Italia
El colombiano, que logró su segunda victoria en esta edición de la competencia italiana, dijo que quería lucir su camiseta rosa de líder apenas cruzara la meta.
«Es una gran victoria. No todos los días se gana con la Maglia Rosa y le quise dar mi respeto a ella. El equipo ha creído en mí durante la etapa y quería hacer algo especial. Ha sido duro, sobre todo cuando la carrera está en unas condiciones meteorológicas malas y necesitas tener la mente fuerte. Hoy era un día para sufrir y lo hemos hecho, pero estoy muy contento porque ganar con esta camiseta es especial», dijo el también ganador del Tour de Francia.
Pero los ídolos son también humanos. Y tienen sus momentos de gloria y sus bajones, como nuestra gran estrella James Rodríguez (foto), quien no ha tenido un buen año de temporada en su equipo inglés, el Everton.
Este año, de 39 partidos, James tan solo jugó 10 completos, lo cual demuestra su bajo comportamiento y rendimiento.
Pero eso puede ser normal entre jugadores de su talla…
Sin embargo, ha sido motivo de numerosas críticas la foto que subió a las redes el jugador, acostado en su avión privado, de regreso a Colombia.
Su país está sumido en una de sus peores crisis sociales y económicas, con los más altos índices de desempleo y de hambre física, ciudades enteras bloqueadas, sin alimentos, implementos de la salud escasean y el gran James riega en las redes esa imagen, a todas luces inoportuna…
Seguramente ya debe haber recapacitado, luego de observar en carne propia la realidad de lo que está sucediendo en su Colombia del alma…
Estimado Juan Paz:
Columna incendiaria esa de «Quieren todo gratis». Sorprende que quien ha ocupado tanto cargo público incurra en tantas imprecisiones como esa de que las carreteras son construidas con dineros públicos y entregadas a particulares para que las usufructúen. ¿El autor no conoce las concesiones? En el Túnel de Oriente no hay un centavo público, todo fue hecho con capital privado y tardarán más de 20 años en recuperarlo. Abundan las medias verdades para justificar un paro violento. Vaya manera de hacer Patria. Saludos. Saúl Hernández.
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