La revocatoria del mandato es un mecanismo de participación ciudadana, que busca revocar a alcaldes y gobernadores. No a concejales, diputados, congresistas o al presidente.
Según la Registraduría y el Consejo Nacional Electoral han recibido la inscripción de 28 comités promotores que alegan un alto clima de insatisfacción de la ciudadanía o por evidentes incumplimientos de los programas de gobierno.
De acuerdo a las exigencias de la Corte Constitucional mediante una resolución del año pasado, se fijaron fechas para las respectivas audiencias públicas en las que participan los promotores de la iniciativa y los alcaldes o gobernadores sobre quienes recae la solicitud.
En estas audiencias, cada parte presenta sus argumentos a favor o en contra del mandatario cuestionado.
Y si la iniciativa surte los requisitos de ley, el comité promotor y comienza la recolección de firmas.
Los impulsores deben presentar, como mínimo, el equivalente al 30% de los votos que haya obtenido el mandatario cuestionado.
Luego vendrá la cita a las urnas y la revocatoria solo es aprobada si se pronuncia a su favor la mitad más uno de los ciudadanos que voten, siempre y cuando el número de sufragios no sea inferior al 40% de la votación del alcalde o gobernador respectivo. (foto urna).
Un muy buen consejo del editorialista de periódico El Nuevo Siglo.
Lo importante es que acudir a la revocatoria del mandato esté motivado por un juicio objetivo sobre la gestión del mandatario en este primer y difícil año de gestión, cruzado por la pandemia, y no en una mera estrategia de revanchismo político y electoral.
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