14 enero, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Al oído en voz baja… ¿Petro saca a Bonilla por “honesto”, pero se queda con Benedetti?

Ricardo Bonilla

@petrogustavo

·      En una decisión contradictoria y paradójica frente a sus criterios y silencios, el presidente Petro tomó la decisión esta mañana de pedirle la renuncia a su ministro de Hacienda, Ricardo Bonilla.

·      El ministro quedó salpicado hasta el cuello en el escándalo de la Unidad de Riesgos, en una clara coyuntura, además, cuando su hombre de la cartera de finanzas denunció en la Fiscalía a su hijo Nicolás y al presidente de Ecopetrol por presuntos actos de corrupción de la hidroeléctrica de Urrá.

·      Pero paradójica y contradictoria, porque mantiene como asesor de confianza al cuestionado, investigado y acusado ante la Corte Suprema, a Armando Benedetti… y el presidente guarda silencio…

·      En un extenso trino, el presidente Pero hace una amplia defensa del ministro Bonilla, luego de que este hubiera sido acusado por su exasesora de confianza María Alejandra Benavides, de haber sido el protagonista mayor en el insuperable escándalo de corrupción de la Unidad de Riesgos.

·      Se supone que desde que se destapó la Benavides, se venía cocinando la renuncia del ministro Bonilla. Estas denuncias pusieron a tambalear, una vez más, la imagen del jefe de Estado, que a medida que pasan los días tiene mayores dificultades para gobernar.

·      Pero el presidente Petro lo defendió con esta frase en su trino: “Espero, por tanto, la renuncia de un gran compañero y profesor honesto, el doctor Ricardo Bonilla, secretario de Hacienda de Bogotá Humana, que la dejó en su mejor momento financiero, y gran ministro de Hacienda, que sacó a Colombia de la recesión por el sobreendeudamiento que dejó Duque”.

·      El siguiente es el extenso trino del presidente en defensa de Bonilla:

·      Conozco al profesor Ricardo Bonilla, y lo respeto muchísimo, por su profundidad intelectual como economista de verdad, comprometido con las necesidades de su pueblo.

·      A veces lo intelectual separa del pueblo, te hace veleidoso, te genera una especie de aristocracia falsa que te lleva a servir con ideas, también falsas, a los enemigos brutales de la gente.

·      Bonilla no cayó en ese pecado de la egolatría mental, siempre a pesar de su doctorado, o gracias a él, sirvió a sus alumnos, a su pueblo con humildad.

·      Se que la acusación a Bonilla es injusta. Como revolucionario y desde muy jóven amé el sentido de la justicia.

·      El sentido de la justicia no es monopolio de jueces o de un poder; debe ser monopolio de todos los seres humanos.

·      Por el sentido de justicia al interior del espíritu, uno ama al pobre y no lo destruye. Uno no privilegia al que todo lo tiene.

·      En mi vida he visto jueces injustos que condenan al joven como terrorista por protestar y ser rebelde.

·      Yo mismo sufrí sus consecuencias cuando un general quiso ser juez conmigo, mis ideas y mis acciones.

·      He visto jueces justos, humildes y muy valientes que se hacen matar por defender a la víctima y no venderse al victimario para que quede impune, así haya matado miles de personas.

·      El relato periodístico sobre Bonilla es al revés, como casi siempre, cuando se trata de destruir alternativas políticas y sueños colectivos de la gente que trabaja y estudia. La misma funcionaria de minhacienda lo sabe.

·      Los llamados cupos indicativos, que yo mismo denuncié en el congreso, en aquel entonces eran hechos por centenares, en donde los congresistas se identificados por códigos secretos en el minhacienda, y en donde se entregaban centenares de miles de millones de pesos, girados a alcaldes amigos de los congresistas, para que estos eligieran los contratistas que iban a darles dinero en efectivo para comprar los votos de sus electores, no es un invento de hoy, y no solo es un delito, sino que es el mismísimo sistema político de Colombia.

·      No hay congresista si no compra votos en las regiones, excepto los que apelan a la opinión libre de la ciudadanía; y sin congresistas no hay leyes. La ley sale manchada de poder y corrupción.

·      Este sistema le ha servido a narcos y asesinos en el poder que generan genocidios. La corrupción se ha adueñado de políticos y la ciudadanía electoral comprada. El crimen contra el pueblo se hace así, poder.

·      Los justos van a la cárcel o a la muerte, los asesinos a sus haciendas lujosas a vivir tranquilos a pesar de la sangre, así se vuelven a algunos hombres los hombres más ricos del país.

·      Yo mismo descubrí y denuncié esa práctica clandestina a toda Colombia siendo parlamentario libre, en el gobierno de Andrés Pastrana, siendo ministro de hacienda Juan Manuel Santos; solo me acompañó en mi denuncia con todas las pruebas presentadas, que llenaron las paredes del hemiciclo con nombres propios de congresistas, con sus códigos secretos al frente y la cantidad de dinero entregada, Antonio Navarro, que ha olvidado el consejo de Bateman.

·      Sobre que las estructuras políticas valen huevo y están por encima los proyectos políticos y el pueblo, también me acompañó, Carlos Ossa Escobar, amigo de la paz en ese momento, Contralor General y constituyente del M19, hoy muerto.

·      Ningún juez condenó la práctica, el delito del poder quedó impune. El fiscal General había entregado la fiscalía al peor crimen de todos; el paramilitarismo narcotraficante, que alguna prensa presentaba como los héroes de la patria que mataban humildes, líderes y los odiados revolucionarios.

·      La política y la ley se siguió basando en la corrupción, le dijeron a Petro, Ossa y Navarro que eran hablacarretas de las Farc, y el pueblo siguió engañado y embrujado en la orgía de sangre y muerte que desató el «führer» que crearon para calmar la necesidad de cambiar el país para sacarlo de la sangre… continúa.