28 marzo, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

A las primeras de cambio

Carlos Alberto Ospina

Por Carlos Alberto Ospina M.

No sorprende a esta altura del partido el número de oportunistas que buscan arrimarse al árbol que mejor sombra da; por decirlo así, es inherente a la piel camaleónica de la mayoría de demagogos que desconocen la dignidad y se venden por un plato de lentejas rancias. 

En presencia de la derrota electoral y al verse en calzas prietas salen como cernícalos a coger la carroña, a extender la mano mendiga y a sembrar la hierba impía con el propósito de vaciar las tetas del erario. Para estos animales no se trata de coincidir con un proyecto ideológico, tal solo subirse al tren de la eventual victoria, aunque estén en ángulos opuestos. 

El comportamiento de los ciudadanos y la decisión a boca de urna, una vez más, dejó mal paradas a las firmas encuestadoras a pesar de que hoy se muestran como gurúes. Ninguna coincidió con el escenario de segunda vuelta presidencial entre Gustavo Petro Urrego y Rodolfo Hernández Suárez, mucho menos, con los 5.965.335 votos que sacó este último. ¡Pura alharaca mediática! adjudicarse la certeza de estadística predictiva inexistente para este evento puntual. Nadie le daba al santandereano más del 9% de la preferencia en los comicios. Las plataformas digitales en general y el Tik Tok en particular, movieron la papeleta útil y pluralista. 

Ni los tres lustros del discurso populista sin altura estadista de Petro o la chabacanería callejera de Fico, lograron cautivar e impactar de manera efectiva a los electores para ganar en primera vuelta. En doce años, la izquierda con sus obscenas alianzas solo aumentó aproximadamente 400 mil simpatizantes por debajo del crecimiento del censo electoral. 

A lo mejor, Federico Gutiérrez, sienta una moderada complacencia debido a que en su novata incursión alcanzó la nada despreciable suma de 5.069.448 de boletas que, tal vez, le permitan ir tras la reconquista del bastión antioqueño, Medellín. La ciudad que, en manos de malandrín Quintero y su kindergarten, ha dejado de ser la tacita de plata y ejemplo de pujanza para el país. 

El periodismo de trinchera y los momificados debates pusieron en evidencia la falta de conexión con las audiencias heterogéneas y dispersas. Los géneros y los formatos utilizados por los medios de comunicación masivos son obsoletos para las generaciones adictas a las redes sociales, las multiplataformas, las interacciones virtuales, el blockchain y el vertiginoso avance cotidiano de las tecnologías. El lenguaje a utilizar, la duración y el enfoque de los contenidos obedecen a estructuras ligeras, reactivas, dinámicas e intuitivas. En ese entorno no se compran votos más bien que se manipula la conciencia de clase, se tocan las emociones, se apela al sentido común, se brinca el método de verificación y se mueve a la acción por el golpe de efecto. 

Rodolfo Hernández sorprendió al público con una jerga de golpe y porrazo que conectó con las aspiraciones y los deseos primarios de millones de individuos; es decir, le cantó la tabla al establecimiento representado en el gobierno de turno, la clase dirigente, los movimientos y partidos tradicionales. Todos, sin excepción, fueron cebo fácil del instinto natural de un perro de presa que se emplea sin control. 

Adormecidos, sobradores e incrédulos no vieron venir la fuerza de la simple: endulzar el oído con lo que se quiere escuchar. Por el estilo, es fundamental que este 19 de junio de 2022 salgan del espectro social, tanto Uribe como Petro, y los partidos políticos, con el objetivo de comprobar que el cambio es otro, ¡y no ellos! 

Enfoque crítico – Pie de página. 

1. La ley debe cambiar y adaptarse a los retos que plantea el siglo veintiuno. Acabar con el derroche y el desangre del tesoro público; reducir los presupuestos de las diferentes campañas a cargo públicos de acuerdo con las tendencias de las redes y las aplicaciones; entre otras decisiones de Estado y no de gobierno. 

2. La capital paisa no necesita una enfermera de alcaldesa encargada, sino una intervención quirúrgica a fondo de los organismos de control que saquen a la luz pública las sospechadas irregularidades de la pésima administración de Daniel Quintero Calle, pupilo retrasado de exguerrillero Petro. 

3. Un ejemplo de cómo los funcionarios de la actual administración se sientan en la masa encefálica, sucedió el pasado 3 de junio en la llamada autopista norte a la altura de la Secretaría de Movilidad de Medellín. Los agentes de tránsito, a las 5 p.m., cerraron el carril central para hacer una actividad sobre incidentes viales. A lo bestia ocasionaron una congestión de varios kilómetros, produciendo el caos generalizado en toda la ciudad, en plena hora pico. ¡No creo que se hagan, lo son, brutos! ¡No hay remedio! Con razón la campaña en mención lleva el nombre de ‘Visión Cero Medellín’.