9 octubre, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿A cuál ciudad estamos regresando? 

Descripción: escritor

Por Darío Ruiz Gómez (foto)

A medida que vamos conociendo la terrible dimensión de los delitos de los cuales se señala a Quintero y sus colaboradores(as) no salimos del asombro de que tales desmanes hayan estado prácticamente sucediendo ante nuestros ojos y ante la supuesta fiscalización de los Entes de Justicia que no profundizaron en cada uno de estas denuncias; delitos cometidos en medio de un carnaval de irresponsables que convirtieron el presupuesto municipal en un derroche  de malversaciones amparados en su condición de jóvenes que habían sido ungidos  por Petro para “condenar la corrupción imperante” y terminaron deslumbrados por los viajes de turismo, los vehículos de lujo, las grandes comilonas.

Toda una comedia de Almodóvar. O sea una demostración de plebeyismo delirante teniendo en cuenta sus orígenes sociales de clase media o clases populares cuya representatividad reclamaban y a la cual rápidamente traicionaron porque el hecho es que cuando ahora cesa su gobierno estos muchachos(as) ya no pueden volver al barrio, ya no pueden recorrer a pie las calles tanto es el odio que las gentes sienten por ellos(as). Y la mejor demostración del buen gobierno es la de que el gobernante pueda seguir confundiéndose en la calle con una ciudadanía satisfecha.

Convertir la Alcaldía en un búnker y no volver a tener la experiencia de la ciudad fue entonces comenzar a desconocer los cambios que iba acusando la vida cotidiana, las transformaciones que en lo referente al uso del espacio suponen los refugiados venezolanos, los extranjeros que al escoger Medellín como lugar de residencia han planteado radicales modificaciones respecto a la idea de ciudad. Además de las lógicas transformaciones causadas por los desplazamientos internos de población lo cual implica la necesidad de un reconocimiento inmediato de esa nueva ciudadanía, un concepto diferente de los territorios, de los barrios dentro de los barrios que replantean la cartografía de lo que hemos venido llamando Comunas. 

¿Cómo enfrentar esta problemática sin una teoría urbanística de aproximación o sea sin una idea de ciudad acorde con estos shocks culturales? Lo que hace veinte años llamábamos la necesidad de releer la ciudad, de no confundir el maquillaje de los espacios y zonas verdes con el verdadero urbanismo que acepta con los instrumentos teóricos debidos la complejidad de la problemática de una ciudad cuyos bordes tal como se demuestra en el traslado de población de El Poblado hacia Oriente son otros y habría que haber planteado a tiempo un Área Metropolitana para evitar el caos que está causando la conurbación propiciada por los  “urbanizadores de lotes” que destruyen sin cesar el medio ambiente y nos recuerda en este momento que el juicio a los malos funcionarios que saquean las arcas de una ciudad es el derecho de los ciudadanos a defender su ciudad reapropiándose de sus espacios, devolviéndoles el significado que borró el atropello de las estructuras criminales, la nueva y salvaje especulación eufemísticamente calificada como “gentrificación”.

Esta banda de jóvenes salidos de no se sabe qué organización capaz de darles 100.000 votos más que su contrario ha sido la encargada de desacreditar la imagen de la juventud como la de una energía moral reacia a la falsedad, a la corrupción.

¿Qué ciudad se ha entregado al nuevo Alcalde? Ojo: De los delitos como el amiguismo o el tráfico de influencias sólo se salva el gobernante que gobierna para y con los ciudadanos desde el vendedor ambulante hasta el empresario, el gobernante que escoge a los más indicados(as) y trata de hacer realidad la ciudad que, como un anhelo, todos llevamos dentro.