21 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Vistazo a los hechos: El huracán Fico

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Gabriel Zapata

@FicoGutierrez

Por Gabriel Zapata Correa

El alcalde Fico Gutiérrez le vino a esta ciudad como caído del cielo.

Gracias a Dios ya nos pasó la horrible noche de cuatro años de desgreño y de corrupción del alcalde Daniel Quintero Calle y de su esposa Diana Osorio, quienes pasaron por Medellín como un tsunami, arrasaron con todo, dejaron la ciudad sumida en el abandono, y, lo peor de todo, es que nadie ha podido saber qué pasó con la plata de casi todas las dependencias, de un presupuesto de 8 billones de pesos que tuvieron en sus manos.

Es muy grato sentir que ya no estamos viviendo de la esperanza y de la ilusión de promesas hechas en campaña. El alcalde fico aterrizó en la realidad de una ciudad destrozada por la desidia, y del deterioro producto del despilfarro y del desalojo descarado de sus arcas en beneficio de intereses oscuros que tienen a la ciudadanía iracunda con sus protagonistas.

No es gratuita la sanción social que le viene aplicando la comunidad al alcalde Daniel Quintero y a su esposa Diana Osorio, a quienes recientemente los pasajeros de un vuelo que venía de Montería a Medellín trataron de delincuentes, ratas y ladrones.   

El alcalde Fico Gutiérrez lo primero que hizo fue poner orden en EPM, la joya de la corona. Destituyó a la junta directiva, encabezada por el exalcalde de Medellín, Omar Flórez Vélez, y el superintendente de Industria y Comercio, Pablo Felipe Robledo. Esta junta de bolsillo del alcalde Daniel Quintero le patrocinó al mandatario todas las irregularidades que se cometieron en EPM, y le dieron gusto en todo, como la creación de dos cargos a la medida de la exsecretaria privada de su despacho, María Camila Villamizar, para que viviera como una reina en Bogotá con un sueldo de 25 millones de pesos mensuales, más carro y chofer. Todo por cuenta de nosotros los medellinenses que tanto nos detestan.

El nuevo gerente de EPM, de las entrañas de la empresa, John Maya Salazar, ya está terminando de hacer la barrida de todo el personal que le dejaron atornillado el gerente saliente Jorge Carrillo y el exalcalde Quintero. Era tal la situación de angustia en la empresa más querida por los antioqueños y más odiada por Quintero y su combo, que al nuevo gerente lo recibieron entre aplausos y expresiones de alegría, como si hubiese llegado el salvador de la nave.

Falta que el nuevo gerente y el alcalde hagan el diagnóstico y la tarea en Afinia, donde Quintero nombró un gerente muy cuestionado en Bogotá y con una trayectoria y una hoja de vida bastante cuestionadas. Pero como ese gerente, Javier Alonso Lastra, esas han sido las compañías del mandatario que afortunadamente ya salió, y quien fue castigado sin contemplaciones por la comunidad en las urnas, y humillado por Fico quien le puso casi 700 mil votos, como para que no quedara duda de la sanción electoral y moral de los medellinenses, hastiados de estos oscuros personajes.

Lastimosamente tenemos que decir que la educación y la salud no se escaparon de las garras de la corrupción de Quintero y su banda. Se fueron debiendo tres meses de servicios, el personal de aseo sin contrato y la mayoría de colegios y escuelas en lamentable estado. Nadie sabe cómo se esfumaron 319 mil millones de pesos que les aprobó el Concejo de Medellín dizque para arreglar las plantas físicas.

El balance ofrecido por el nuevo secretario de Educación, Luis Guillermo Patiño, da ganas de llorar. De inmediato se declaró la Urgencia Manifiesta para atender todos los frentes de este desastre y ya se organizó un plan para afrontar la deserción de niños y jóvenes de escuelas y colegios, la más alta en la historia de la ciudad.

¿Y de la salud? Ni hablar. Todo parece indicar que el Hospital General de Medellín, en otros tiempos ejemplo de excelente administración, fue “vendido” a particulares. El alcalde no pudo salir del gerente Mario Fernando Córdoba, porque el contrato de trabajo se le vence el 31 de marzo, y el hombre no quiso renunciar.

Pero el alcalde Fico supo como hacer las cosas. Lo dejó amarrado porque le va a hacer junta cada ocho días, y no le permitirá hacer más contratos, como ese de invertir casi 2 mil millones de pesos en una fachada, mientras adeuda tres meses de salarios a médicos, paramédicos y empleados, y no hay implementos de salud para atender a los pacientes y las urgencias que se presenten.

Fico le tirará el salvavidas al Hospital general, siempre y cuando el gerente abra una cuenta nueva para pagar sueldos, comprar implementos y abrir nuevamente las camas que se habían cerrado.

En Buen Comienzo el alcalde también anunció planes concretos, no solo para garantizar sus servicios, sino para ampliar su cobertura y mejorar la calidad de los profesionales que estarán a frente de este necesario programa.

Pensamos que fue un acierto del alcalde de nombrar en su gabinete a varios de quienes lo acompañaron en su primera Alcaldía. Porque no llegaron a conocer el terreno ni a aprender. No tienen disculpas para no ofrecer resultados casi inmediatos.

No solo la comunidad respira confianza y tranquilidad. La ciudad ya se ve distinta. Estamos en otro ambiente, porque Fico pasó rápidamente de las promesas a la acción.

Falta que la Fiscalía General de la Nación, y la Procuraduría hagan las tareas que les corresponde, porque en estas entidades todos perdimos la confianza y la credibilidad. La impunidad sigue reinando y muy triste que nunca sepamos cómo se robaron la plata de Medellín, más las vigencias futuras que ascendieron a 3 billones de pesos.