Se supone que de tanto repetir una acción, el o los autores vayan adquiriendo cada día mayor experiencia y por ende mejorando el producto, pero en Caracol parece que algo tan elemental no opera, por lo menos en lo que respecta con su programa Yo Me Llamo.
Para comenzar, La Bruja cree que aunque hayan tratado de inyectarle juventud al espacio llevando a un jovencito bien parecido como Pipe Bueno, resulta bastante difícil ocultar el irreversible envejecimiento de los otros dos protagonistas del insoportable jurado, César Escola y Amparo Grisales.
Aparte de su dogmatismo, a veces resulta humillante la dosis de burla que le aplican a algunos personajes que desfilan por el escenario, para quienes al final seguramente habría sido mejor no ser admitidos que recibir semejante dosis de escarnio.
Humillante y vergonzosa demostración de una absoluta falta de caridad. La cual provoca a veces apagar el televisor. (EJE XXI).
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