30 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Fajardo tiene responsabilidades políticas y hasta éticas en embargos a contratista de Hidroituango y en sus graves consecuencias para el proyecto

@sergio_fajardo @EPMEstamosahi 

A propósito de las medidas cautelares tomadas esta semana por la Contraloría General de República, mediante las cuales embargaron las cuentas y bienes de la firma INTEGRAL, y, sobre todo, de las gravísimas consecuencias negativas para el proyecto Hidroituango. 

Se puede afirmar que las responsabilidades políticas de Sergio Fajardo, empiezan desde que inició como como alcalde de Medellín en el año 2004, cuando llevó a la Junta Directiva de EPM a Federico Restrepo Posada, quién venía de trabajar 23 años en INTEGRAL, y que precisamente como gerente la entregó quebrada. 

El alcalde Fajardo lo sabía, y sabía, además, que INTEGRAL desde hace muchos años venía actuando en su doble condición de diseñador y socio del proyecto Hidroituango. Por cierto, hubo problemas entre socios y serios cuestionamientos a esta empresa porque sacó ventajas de esta doble condición. 

 Pregunta: ¿fue ético que el alcalde Fajardo sentara en la Junta Directiva de EPM a tan fracasado gerente y con tan grandes conflictos de intereses?  

Lo cierto, es que en el periodo en que Federico Restrepo actuó como miembro de la Junta Directiva de EPM, INTEGRAL fue beneficiada con contratos, mientras también se promovía el proyecto Hidroituango.  

Pero la cereza del pastel, es que Fajardo lo impuso como gerente de EPM en la alcaldía de su pupilo Alonso Salazar, y entonces, sin ni siquiera ruborizarse, ni declararse impedido, impulsó procesos de contratación que incluían a INTEGRAL y a empresas amigas pertenecientes al GEA.  

Siendo gerente de EPM Federico Restrepo, se firmó el contrato BOOMT y EPM TUANGO S.A. E.S.P contrató a EPM para ejecutar el proyecto, pero siempre INTEGRAL quedándose a dedo con la asesoría del proyecto, los estudios de pre factibilidad y factibilidad técnica, económica y ambiental, la actualización de información socioeconómica y predial y los diseños definitivos. 

Pero cómo les parece, que hasta la carretera de acceso al proyecto la acaparó INTEGRAL para diseñarla y asesorarla, la cual también ha sido un total desastre con sobrecostos que superan los $300.000 millones y cuyos retrasos han servido para que otros contratistas justifiquen sus incumplimientos.  

¿Si le quedó grande una simple carretera de solo 36 kilómetros, que se podía esperar de obras tan complejas como la presa, la casa de máquinas y los túneles de desviación? ¿Acaso Sergio Fajardo y el mismo Federico Restrepo no sabían que INTEGRAL no tenía ninguna experiencia, ni idoneidad en proyectos de este tamaño y complejidad, para que hubieran jugado de manera tan irresponsable con el futuro de EPM, Medellín y Antioquia?  

Para que la descalificación de INTEGRAL no quede como una apreciación subjetiva de El Reverbero de Juan Paz, solo les va este detalle, entre muchos.  

El mismo EPM contrató una evaluación técnica del proyecto en el año 2015, con un consorcio internacional, en el cual encontramos la siguiente perla: “En algunos aspectos específicos de la evaluación no hubo armonía de puntos de vista entre el Evaluador y el Diseñador, la firma INTEGRAL, (…) tales diferencias en la evaluación han sido más significativas en las áreas de la hidrología y de los sedimentos, y también en relación a algunos aspectos de la presa (…). 

Continúa el informe diciendo que el aporte sólido de la cuenca está subestimado en más del 35%, y de ser calculado correctamente afectaría en forma muy importante la vida útil del proyecto, y por tanto su rendimiento económico.  

Adicionalmente dice lo siguiente: “… los cálculos fueron hechos en Factibilidad en 1982 y nunca se actualizaron debidamente con las últimas mediciones…”. También dice la firma evaluadora, algo muy delicado, cuando afirma que no toda la información solicitada estaba disponible, o no siempre tenía el grado esperado de detalle.  

Pero hay más, para que le vaya bien a INTEGRAL y mal a Hidroituango, en al año 2008, esta firma volvió a ordeñar el proyecto cuando el IDEA le compró su participación en el proyecto por $39.000 millones, lo que es mucha plata si se tiene en cuenta que en el año 2004 INTEGRAL solo tenía ingresos por $11.000 millones, los cuales aumentaron a $33.000 millones en 2007, gracias a la manito que le dieron Fajardo y Federico Restrepo, y después, ni se diga, mientras más mal le vaya al proyecto más prórrogas y adiciones para INTEGRAL y para los otros cuestionados contratistas.   

Todo cuadra. INTEGRAL hizo un acuerdo de acreedores para recuperarse de la Ley 550 o de intervención económica hasta el año 2017, pero ¡oh sorpresa!, se recuperó en el año 2008, óigase bien, 9 años antes de lo previsto.  

Fajardo y Federico Restrepo merecen una estatua en la embargada sede de esa empresa, ¿o no?  

Lea mañanamás ramillete de intereses.