En su crónica 25, del enchuspado, el maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal hace un repaso sobre otros problemas que se derivan del encerramiento y la necesidad de tomar otras medidas urgentes.
En Colombia hemos financiado por décadas la salud a través de un concepto muy católico y español y por ende inquisidor. Adoptamos para ello los impuestos a los llamados “vicios” como decía el catecismo Astete: al juego y al licor. Las sobretasas a la producción de rones y aguardientes para sostener los hospitales es un cuento tan viejo como el cobrarle un alto impuesto, casi del 40% al que se gane la lotería. Más nuevo es el gravamen del IVA al chance y las apuestas deportivas.Esta peste nos cogió parapeteados en tales cobros pero como la orden fue encerrarnos, las loterías no volvieron a jugar y como sobre sus resultados se apuesta al chance, este también paró.
Escuche la crónica 25 del maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.
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