Escrito por RazonPublica.Com
Lo que se presenta como una protesta social es en realidad un proyecto político contra el gobierno del presidente Duque. Aquí están las evidencias.
Por Alfredo Rangel*
Un proyecto político
El paro del 21 de noviembre y las movilizaciones de los días subsiguientes hacen parte de una estrategia política de grupos radicales de izquierda que buscan debilitar, inmovilizar y eventualmente derrocar al gobierno del presidente Iván Duque.
Dicha estrategia fue anunciada por esos sectores desde el mismo día de la posesión del presidente Duque cuando Gustavo Petro, el candidato derrotado en las elecciones presidenciales, anunció una movilización permanente en las calles en contra del nuevo gobierno. De hecho, ese mismo día, y sin que aún el presidente emitiera su primer decreto, esos sectores convocaron cerca de ochenta movilizaciones que incluyeron varias capitales y ciudades intermedias del país (me baso aquí en información de El Tiempo, 24 de noviembre de 2019, página 1.2). Su designio es claro: no dejar gobernar a Duque.
A partir de ese primer día de gobierno se han llevado a cabo más de doscientas movilizaciones impulsadas por organizaciones sociales claramente permeadas en su dirigencia por esos sectores de la izquierda. Solamente en Bogotá durante 2019 se han realizado seiscientas protestas de todo tipo (El Tiempo, ibídem.) (Lea paro nacional).
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