23 noviembre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

Humor y política

Haga Click

Image Map

Gerardo Duque

Por Gerardo Emilio Duque G. 

Pajito era un personaje en el municipio de Abriaquí dedicado a la actividad minera artesanal. Cuentan en el pueblo que en una oportunidad se encontró una veta inmensa de oro y se vino para Medellín a vender el mineral.

Unos paisas se dieron cuenta de lo que había encontrado pajito, lo esperaron en la terminal y después de vendido el oro lo llevaron a una supuesta notaría. Allá le hicieron escritura pública y le vendieron el estadio, luego le hicieron lo papeles y compró la Catedral Metropolitana. Con el dinero que le quedó después de las compras se fue pa’ la terminal de transporte y le dijo a un vigilante que le cuidara la tula mientras iba al baño. Al Salir del baño no encontró ni vigilante ni tula, se le fue la platica.

%%%%%%%%%%%%%%%%%

El Macuá era un gay famoso de Medellín. Se mantenía por el Pasaje Junín Maracaibo gritando a viva voz: he sido primera dama de Colombia varias veces. En una oportunidad el Macuá apareció con un brazo enyesado y un moretón en la cara impresionante. La gente le preguntaba: Macuá qué te pasó y el gritaba: estoy feliz, venía manejando mi carro y me comí una curva.

%%%%%%%%%%%%%%%%%

La Piragua era una loquita que se mantenía de chores en el mismo sitio donde permanecía Macuá, Pasaje Junín Maracaibo. La Piragua tenía la costumbre de mandarle la mano a las partes íntimas de los hombres y salía corriendo y gritando muerta de risa.

En una oportunidad, unos patos del Pasaje le dieron plata para que le cogiera las bolas a monseñor López Trujillo, que todos los días pasaba por ahí con destino a La Curia. La Piragua lo esperó, se le fue arrimando al monseñor y le mandó el zarpazo al pobre cura. Y La Piragua salió corriendo y gritando: sí tiene guevas si tiene guevas…

%%%%%%%%%%%%%%%%

En una correría que se hizo por el rio Cauca desde La Pintada hasta Santa Fe de Antioquia, se contrató a Capax el legendario Tarzán del Amazonas para que hiciera nado durante todo el trayecto. Pero Capax maliciosamente se tiraba al rio cuando veía poblados y luego se montaba en la lancha y hacia el recorrido fuera del agua.

Yo le pregunté hombre Capax si yo te contraté para que cruzaras el rio nadando. Por qué solo lo haces cuando pasa por un pueblo y me contestó: porque no soy capaz…