Por Elizabeth Mora-Mass
Mientras los jóvenes que eligieron a Zorham Mamdani bailaban en las calles de Nueva York celebrando su victoria, los noticieros económicos admitían que muchas empresas de Wall Street se están mudando a Dallas, Texas, la ciudad que, hasta ahora, aparece como la mejor alternativa para los mercados económicos.
Esta ciudad, localizada al sur de los Estados Unidos, fue la escogida por Goldman Sach para edificar su nueva sede de 800.000 pies cuadrados, a un costo de 500 millones de dólares, mientras que J.P. Morgan Chase, ahora emplea a 31.000 personas en su sede de Dallas, frente a las 24.000 que todavía laboran en las oficinas de Nueva York.
En los noticieros económicos, los magnates no escatiman elogios para Dallas, afirmando que es muy fácil hacer negocios allí, “y sin la posibilidad de tener un alcalde socialista, que quiera darlo todo gratis”, explicaba uno de los comentaristas de la Cadena Fox.
Y aún hay más. Según los analistas financieros, “ya Dallas tiene 519.000 empleos financieros, frente a los 507.000 que tenía la Gran Manzana a finales de 2024”.
Los programas económicos claman que, “Dallas tiene una calidad de vida superior a Miami” y que “su localización es perfecta: en la mitad de ambas costas”.
De acuerdo con los analistas económicos, durante la pandemiaMiami se perfiló como una alternativa para Nueva York, pero los ejecutivos se aburrieron y la mayoría regresó a Nueva York, cosa que no ocurre con Dallas.
Aunque los expertos aceptan que Dallas todavía no alcanza el grado de sofisticación y entretenimiento de Nueva York, se están abriendo restaurantes de gran renombre, boutiques, obras de teatro y otras delicias para los privilegiados de la Capital del Mundo.
“Pero Nueva York continúa siendo la capital financiera del planeta. No es tan fácil trastearse a Wall Street del todo para otra ciudad”, opinó uno de los anfitriones de Fox Finanzas.


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