Por Elizabeth Mora-Mass
Mientras el presidente Donald Trump se jacta de haber expulsado a más de 600.000 indocumentados en lo que va de su mandato, un grupo que representa a miles de empresas de todos los sectores se reunieron para quejarse ante la Casa Blanca de la escasez de personal, en importantes sectores como la agricultura, los alimentos, la construcción, los servicios y la salud.
Por lo anterior, organizaciones que luchan por los derechos de los inmigrantes afirman a los cuatro vientos que Trump ha olvidado una parte esencial de la historia: “Estados Unidos es una nación de inmigrantes y a ellos, debe su poderío y su riqueza”.
Desde antes de ser una nación soberana, los inmigrantes en Estados Unidos “han sido importantes porque contribuyen significativamente a la economía a través del trabajo, el emprendimiento y la innovación, y enriquecen la cultura”, afirman los historiadores de todas las vertientes.
Quizá lo más significativo por todas las generaciones es que los inmigrantes cubren la escasez de mano de obra en sectores cruciales como la agricultura, los alimentos, la salud, la construcción y la tecnología,
Fuera de lo anterior, en este momento, crean empresas “absolutamente necesarias”, con altas tasas de interés y pagan miles de millones en impuestos, lo que contribuye a financiar programas sociales e impulsar el PIB. Los inmigrantes también fomentan la diversidad cultural y contribuyen a diversos campos como las artes, la ciencia y el deporte.
Aunque Donald Trump fue elegido bajo la promesa de “detener la invasión de extranjeros ilegales” y para cumplir lo prometido en su campaña, ha hecho de los indocumentados una presa fácil, a quienes está persiguiendo con los recursos legales y tecnológicos que da el hecho de ser la primera potencia del mundo, pero no ha sido el primer presidente en atacar a los indocumentados.
De acuerdo con el Consejo Americano de Inmigración, “a lo largo de varias administraciones presidenciales, el gobierno federal ha utilizado a empresas estadounidenses para aplicar la ley migratoria mediante la aplicación de medidas de control en lugares de trabajo. Esto incluye operativos de alto perfil, principalmente a cargo del ICE, en los que la agencia se centra en una o más empresas para investigar a los empleadores y arrestar a los empleados”.
Además, hay que tener en cuenta las redadas en lugares de trabajo, bajo techo y/o en las calles y puntos de contratación realizadas básicamente por agencias federales y, en muchos casos, autoridades legales en las que se basan para llevarlas a cabo, han generado grandes desafíos y problemas legales.
Pero sobre todo, hay que tener en cuenta los profundos problemas económicos y humanitarios para todo el territorio del Tío Sam por la crisis que afecta a los inmigrantes, la cual ya comienza a presentar la escasez de mano de obra, en sectores vitales de la economía, sin olvidar el dolor y el sufrimiento por la separación de las familias, motivo por el cual los índices de aprobación de Trump van en caída.
Y no se pueden olvidar las cortes de inmigración, las cuales se han convertido en una trampa mortal para millares de personas indocumentadas que están–estaban– en proceso de legalizar su situación.
La peor crisis de mano de obra en agricultura
Desde hace semanas, los canales económicos de Estados Unidos hablan de la que ya consideran como “la peor escasez de mano de obra en la agricultura estadounidense en 20 años: 155,000 trabajadores perdidos desde marzo, más granjas recurren a costosas visas H-2A”, lo cual se va a traducir en un aumento considerable en los alimentos”.
Según Producepay, la falta de mano de obra en el sector agrícola de Estados Unidos ha alcanzado niveles altos en los últimos años y factores como regulaciones migratorias más estrictas y la competencia con otras industrias han complicado aún más la situación.
De acuerdo conla Federación de la Oficina Agrícola Estadounidense (AFBF, por sus siglas en inglés) se calcula que el sector agrícola requiere cubrir 2.4 millones de puestos de trabajo cada año. No obstante, cada vez son menos las personas interesadas en trabajar en el campo, por lo que la necesidad de conseguir más trabajadores agrícolas va en aumento, puestos que normalmente son ocupados por gente extranjera.
Y continúa el informe: “No es novedad que durante muchos años el sector agrícola en Estados Unidos ha dependido en gran medida de la mano de obra inmigrante, tanto documentada como indocumentada, para satisfacer sus necesidades laborales. De hecho, se estima que el 73% de la fuerza laboral está constituida por inmigrantes de México y Sudamérica”.
Si bien la emisión de visas de trabajo H-2A se ha cuadruplicado en la última década, llegando a emitirse casi 300,000 en 2022, este incremento no ha sido suficiente para cubrir las necesidades laborales.
“La falta de trabajadores ha resultado en pérdidas económicas y desperdicio de alimentos para muchos agricultores, quienes no han logrado cubrir con sus necesidades de mano de obra durante la temporada, sobre todo durante las etapas de cosecha y postcosecha. Esto afecta particularmente a la industria hortofrutícola, en la que la que la necesidad de mano de obra, dada la naturaleza de los productos, es todavía más necesaria que en otros cultivos”, afirma el informe.
El sector de la construcción
El sector de la construcción se enfrenta a una crisis de mano de obra sin precedentes. Mientras los proyectos se multiplican en Norteamérica, los contratistas de Vancouver a Miami se enfrentan al mismo problema: no hay suficientes trabajadores cualificados para construir lo que hay que construir. Las cifras hablan por sí solas.
Según Associated Builders and Contractors (ABC), “el sector de la construcción estadounidense deberá atraer a unos 439.000 nuevos trabajadores netos en 2025 sólo para satisfacer la demanda prevista. Eso no es crecimiento, es supervivencia. Pero esto es lo que hace que esta crisis sea diferente de las anteriores escasez de mano de obra: se está produciendo durante un boom de la construcción, no durante una crisis. El empleo en la construcción canadiense aumentó un 3,6% (58.000 puestos de trabajo) interanual en enero de 2025, pero los proyectos siguen sufriendo retrasos debido a las carencias de mano de obra”.
El sector de la salud
Otro de los grandes sectores afectados es la salud. Los analistas dicen que la escasez de mano de obra en el cuidado de la salud se debe a múltiples factores como la jubilación de trabajadores experimentados y la falta de nuevos profesionales para reemplazarlos.
Factores como el estrés laboral, la pandemia de Covid-19 y la necesidad de mayor estabilidad y salarios justos agravaron la situación, llevando a un ciclo de escasez que afecta la calidad de la atención. Las soluciones implican una combinación de estrategias a corto y largo plazo, como la mejora de las condiciones laborales, la inversión en educación y formación, la facilitación de la inmigración de profesionales calificados y el uso de la tecnología para mejorar la eficiencia.
Uno de los campos esenciales es la escasez de enfermeras profesionales y auxiliares, así como personal para cuidar a los ancianos, ya que los Baby Boomers comienzan a envejecer y a requerir cuidados especiales.


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