
Por Elizabeth Mora-Mass
Hoy tendrá lugar el nuevo debate por la alcaldía de Nueva York donde los demócratas moderados, representados por Andrew Cuomo, se juegan el alma del partido demócrata frente a los progresistas de ultraizquierda, en la figura de Zorhan Mamdani, con Curtis Sliwa, el candidato republicano, tratando de destrozar a Cuomo, aunque importantes figuras republicanas y hombres de empresa de todos los niveles, claman por la renuncia de Sliwa, quien se niega a abandonar la contienda.
Según los analistas, esta estrategia de Sliwa es con el fin de Mamdani sea electo y que el castigo anunciado por el presidente Donald Trump contra ciudad, por elegirlo, caiga con toda la fuerza y el furor que caracterizan al magnate y tanto el estado de Nueva York, como la ciudad se vuelvan republicanos en un futuro.
De acuerdo con los analistas políticos y económicos de la nación, el problema más serio de los demócratas no es Donald Trump, sino la insurgencia socialista encabezada por el senador Bernie Sanders, la representante por Nueva York, Alexandria Ocasio Cortez, la jefa del “Escuadrón” de la Cámara de Representantes, los padrinos políticos de Mamdani, quien va adelante en las encuestas, luego de vencer a Cuomo en las primarias demócratas.
Un hombre de ideas de ultra izquierda, Mamdani ha tratado de esconder su pensamiento radical desde que obtuvo la victoria demócrata, al punto de cambiar algunas posiciones tanto en su plataforma, como en lo personal, al punto de negar posiciones pasadas, pedir excusas por odiar a los judíos en el pasado, mientras ahora sale abrazado con líderes judíos; solicitar desmantelar al Departamento de Policía de Nueva York, ahora les pide excusas en público, aunque le queda casi que imposible desligarse de su condición ultra progresista.
Mamdani también aclara que no va legalizar la prostitución, sino a despenalizarla, al igual que las sentencias mandatorias por vender drogas, pero no puede explicar la diferencia entre lo uno y lo otro; e insiste en que su agenda es viable.
Es una lástima que en el debate de la semana pasada, los cuatro periodistas que intervinieron, prefirieron hacer una maratón de preguntas seguidas, antes que dejar que los candidatos explicaran sus agendas, por lo cual, los neoyorquinos nos quedamos en las mismas.
Esta semana, un grupo de neoyorquinos millonarios donaron más de tre millones de dólares para hacer comerciales contra Mamdani, quien continúa dominando las encuestas para habitar en Gracie Mansion, la residencia oficial del alcalde de Nueva York, con avisos que atacan la visión socialista del candidato, quien quiere hacer “una ciudad más asequible”.
En los canales económicos de la nación, los analistas repiten a voz en coro que “Mamdani quiere elevar los impuestos de la ciudad y del estado, del 14.8% a la astronómica cifra de 16.8%, al tiempo que quiere aumentar los impuestos corporativos del 7.15% al 11.5%, lo que haría que la ciudad y el estado tengan un astronómico impuesto del 21%”.
Tirios y troyanos coinciden en afirmar que si el aumento se lleva a cabo, “sería catastrófico para la ciudad, por la desbandada masiva que va a causar, dado que el 1% de los contribuyentes paga el 40% del total de impuestos de ciudad”.
Y aún hay más. “Si las empresas se van, se llevan los puestos de trabajo y la ciudad y el estado van a enfrentar una gran crisis fiscal”, motivo por el cual la agenda Mamdani quedará en veremos y Nueva York vivirá una pesadilla, ya que Trump va a recortar los fondos federales y a enviar a la Guardia Nacional para perseguir a los indocumentados.
Además, Trump ha prometido que hará “imposible el mandato del (commie) mamerto”–así llama a Mamdani.
En una entrevista con el Canal Fox, el mismo Cuomo definió la actual situación, “como una guerra civil dentro del partido demócrata”.
A su vez. Nikki Haley, la republicana, ex embajadora ante Naciones Unidas, afirmó que “AOC (Alexandria Ocasio Cortez) tiene un plan muy bien elaborado: primero, la alcaldía de Nueva York con Mamdani y, luego sacar a Chuck Schumer del Senado, (quien es el actual líder de la minoría demócrata en el Senado) puesto que ocupará ella misma para después luchar por la nominación a la Casa Blanca”.
Los analistas políticos y económicos| afirman al unísono que lo más probable es que Mamdani sea alcalde, “pero Nueva York lo pagará con creces”.
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