5 octubre, 2025

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

No cualquiera es un líder político

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Por Claudia Posada 

Teniendo claro que la clase política, con sus figuras más representativas o visibles, los supuestos lideres que ante la opinión pública son más escuchados o al menos creemos que nos representan como ciudadanos en  la democracia ( no participativa sino representativa) colombiana; hartos de manipulaciones mediáticas y estrategias que nos tienen en una polarización engañosa que no pertenece solamente a Colombia pues se padece en muchísimos países del mundo de hoy, voy a dejar de lado mis opiniones y les presentaré lo que absolutamente todo encontré en la IA , partiendo de mis preguntas a la tecnología que nos rodea sin manera de zafarnos ya de ella, alimentada por  algoritmos (variables de entrada que le entregan los “Programadores, científicos de datos, lingüistas, diseñadores y especialistas en ética colaboran desde la fase de diseño hasta la implementación de los sistemas”) de los que se nutre IA:

Arranqué preguntando a IA cuáles son las características de un líder político y esto me respondió: “Un excelente líder político reúne una combinación de valores, habilidades y actitudes que le permiten servir al bien común y mantener la confianza de la ciudadanía. Algunas características clave son”:

1.  Visión clara y estratégica

o    Tiene un proyecto de país o comunidad a largo plazo.

o    Sabe comunicar esa visión y motivar a otros a trabajar en ella.

2.  Integridad y ética

o    Actúa con honestidad, transparencia y coherencia.

o    No utiliza el poder en beneficio propio, sino para el bien colectivo.

3.  Capacidad de comunicación

o    Expresa ideas con claridad, empatía y convicción.

o    Escucha activamente a la gente, no solo habla.

4.  Empatía y cercanía con la ciudadanía

o    Comprende las necesidades reales de la población.

o    Se mantiene accesible y sensible a las diferentes realidades sociales.

5.  Toma de decisiones responsable

o    Sabe analizar información compleja y tomar decisiones firmes, aunque sean difíciles.

o    Evalúa riesgos y consecuencias antes de actuar.

6.  Liderazgo inspirador y capacidad de unir

o    Promueve la cooperación entre distintos sectores e ideologías.

o    Busca puntos en común más que divisiones.

7.  Conocimiento y preparación

o    Domina temas de política, economía, historia y contexto internacional.

o    Se asesora de expertos y valora la evidencia científica.

8.  Valentía y resiliencia

o    Afronta crisis y presiones con serenidad.

o    Se recupera rápido de los fracasos o ataques, sin perder la dirección.

9.  Compromiso con la justicia social

o    Defiende la igualdad de oportunidades y protege a los sectores más vulnerables.

o    Promueve políticas inclusivas y sostenibles.

10.                  Capacidad de formar equipos

o    No gobierna solo: sabe delegar, rodearse de gente competente y motivar a su equipo.

“En resumen: un gran líder político no se mide solo por el poder que alcanza, sino por la confianza que genera, la justicia de sus decisiones y el legado positivo que deja en su sociedad”.

Muy colaborativa, la IA me sugirió ¿Quieres que te arme un cuadro comparativo entre un líder político excelente y uno deficiente, para ver mejor las diferencias? Obviamente le dije que sí: “Perfecto. Aquí tienes un cuadro comparativo claro entre un líder político excelente y uno deficiente”:

AspectoLíder político excelenteLíder político deficiente
VisiónTiene un proyecto claro y a largo plazo para el bien común.Carece de plan; improvisa o gobierna solo para intereses inmediatos.
Ética e integridadActúa con honestidad, transparencia y coherencia.Usa el poder para su beneficio personal o el de su círculo cercano.
ComunicaciónEscucha, dialoga y transmite ideas con claridad y empatía.Manipula, miente o evita responder; no escucha a la ciudadanía.
Relación con la genteSe mantiene cercano, entiende las necesidades reales y gobierna para todos.Se aleja de la ciudadanía, gobierna para unos pocos o crea divisiones.
Toma de decisionesAnaliza, consulta y decide con responsabilidad, aunque implique costos políticos.Decide de manera impulsiva, populista o sin considerar consecuencias.
Trabajo en equipoSe rodea de expertos, delega y reconoce el mérito.Se rodea de incondicionales, no acepta críticas ni comparte responsabilidades.
Justicia socialPromueve igualdad de oportunidades e inclusión.Favorece a grupos privilegiados y margina a sectores vulnerables.
Gestión de crisisEnfrenta los problemas con valentía, serenidad y soluciones.Evita responsabilidades, culpar a otros o minimiza los problemas.

Sí, ahí tenemos el ideal de los lideres políticos que quisiéramos y aunque no podemos esperar tener muchos entre nosotros, sí desearíamos encontrar unos que se acerquen a las esferas de poder y decisiones con la intención de tener y conservar al menos algunas de las características cercanas a la excelencia. Infortunadamente cada vez nos decepcionamos más.  La lista de políticos deficientes es larga, y lo peor es que tiende a crecer; todos los días de descubren chanchullos, embuchados, y se destapan ollas podridas en donde menos se cree. Si bien no perdemos la esperanza de encontrarnos a los realmente buenos, por escasos que sean, como ciudadanos observando el inicio de campañas electorales para el próximo Congreso, lo mismo que para presidente de los colombianos en momentos que se avecinan decisivos para el país dadas las condiciones tanto internas como en el entorno internacional, nos vendría bien hacer lo máximo que podemos: votar,  y está en nuestras manos, analizar nombres y figuras que al menos por sus posturas, lenguaje y  capacidad de escucha nos genere mayor confianza, credibilidad y empatía. Afortunadamente hemos aprendido algo por la experiencia en decepciones acumuladas, aprendimos a desconfiar de los discursos maliciosos que tienen sentados en las curules del Congreso a un montón de repitentes, y también a nuevos que “favorecen a grupos privilegiados y marginan a sectores vulnerables”, como lo señala IA en las características, entre otras, de los lideres deficientes. Ah, y para elegir al próximo presidente de Colombia sí que vamos a tener que abrir los ojos y serenar la mente.

A la IA le faltó una característica muy importante de observar en candidatos para repetir: Cuidado con los que trabajan para los lobistas. “Un lobista es un profesional que busca influir en las decisiones de las autoridades públicas y en la formulación de políticas, leyes y programas, representando los intereses específicos de una empresa, organización o colectivo. Esta actividad, también llamada lobby o cabildeo, implica una negociación y una persuasión para que los legisladores o funcionarios apoyen o rechacen determinadas iniciativas”. A la hora de apoyar, reformar o enterrar leyes, se conoce a los que les sirven a los lobistas.