
Por Gerardo Emilio Duque G.
Cuenta Gerardo Domínguez querido ex contralor de Medellín, que tenía en la época un hermano muy aguardientero y en cierta oportunidad se realizó una fiesta familiar y querían tomarle una foto a toda la familia. El hermano aguardientero dijo: yo tomo la foto. Y le contestaron todos: usted no se la toma, usted se la bebe.
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Una vez en el barrio santa Mónica de Medellín había un viejito empleado de Obras Públicas realizando un trabajo en la calle. Y Edgar mi hermano le preguntó: ¿van a tapar ese hueco? Y dijo el viejito: tapar… primero me muero yo. Y Edgar contestó: qué bien van a tapar el hueco.
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Alfonso López Michelsen en una gran concentración política que se realizaba en un pueblo de la costa, dijo en su discurso: en mi gobierno todos tendrán empleo. Y señalando a un paisano que estaba abajo en la tarima, dijo: este señor, por ejemplo, tendrá empleo. Y el cliente todo berraco contestó: oigan a este, con este gentío tan berraco me la va a montar a mí.
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En el municipio de Yarumal se desempeñaba como médico el legendario Bernardo Álvarez. Un día llegó un paciente quien le manifestó que tenía problemas de infertilidad. El médico le recomendó un examen de semen, le entregó un frasquito y le dijo vaya al baño y saque la muestra. Como a los veinte minutos salió el paciente pálido, sudoroso y le dijo al doctor Álvarez: doctor yo no he podido, le hago con la mano derecha, con la mano izquierda, le pego contra el lavamanos, lo jalo duro y no he podido abrir este berraco frasco.
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