Queríamos -queremos- mucho a Gloria

Por Oscar Domínguez G.

En las exequias de Gloria Luz Duque Ochoa, mujer de todas mis vidas fallecida el viernes 29 de agosto en su apartamento de Medellín, su hija Andrea leyó este poema:

Mi río

Mi mar

Mi lago de líquido amniótico

Mis raíces

Mi árbol

Mis hojas al viento

Mis alas de mariposa

Mis rayos de Luz

Su hijo Juan Fernando, le dedicó estas palabras:

Hasta siempre, mi Gloris

El novelista inglés del siglo 19 William Makepeace Thackeray escribió: “Mamá es el nombre de Dios en los labios y los corazones de todos los niños.” Para mí, ese siempre fue y sigue siendo mi caso. Porque mamá es amor, y mi mamá, mi Gloris, fue, es y permanecerá, en mi corazón, puro amor. Fue el amor que vio inteligencia en un muchachito necio, grosero, cansón e insoportable (el suscrito); fue el amor al que, a pesar de deberle disculpas, nunca me las pidió ni me las aceptaría; porque nunca me culpó en primer lugar; fue el amor que pasó cada momento al lado de su hijo cada vez que terminaba en el hospital con un ataque de asma; fue el amor que utilizó la venta de un negocio que significo el esfuerzo de toda su vida profesional para que su hijo se fuera al otro lado del planeta a perseguir sus sueños y a hacer su vida (con Josephine, el amor de mi vida y mis amados hijos, Mateo y Patrick), y por lo que nunca me recriminó; ese fue su amor; es un tipo de amor tan puro, tan cierto, que sacrifica apegos, que libera, que te ama como a un pájaro libre.

Mis muchachos, Mateo y Patrick, me preguntaron recientemente que a quién admiro. En ese momento les dije que yo no admiro a nadie, no porque yo me crea mucho o porque no pueda apreciar las virtudes en los demás, sino porque, de cierta manera, la admiración es la hermana menor de la adoración; y lo que se admira tiene mucha influencia, poder, sobre uno. Y una de las más valiosas lecciones que me enseñó mi mamá fue ser ferozmente independiente, fue tener criterio, fue pensar por mí mismo. Pero ahora puedo decir que, si a alguien admiro, adoro incluso, es mi Gloris, cuya influencia atesoro.

Otra de las cosas más importantes que ella inculcó en mi fue la fe. Obviamente no la fe en Dios, pues yo no tengo creencias religiosas ni espirituales, como algunos de ustedes saben, sino la fe en la gente. Fue en parte a través de sus enseñanzas y amor, en su cruzada de toda la vida por ayudar sin mirar a quién, que aprendí que el sentido, el significado de la vida son los demás, particularmente aquellos que amamos y que nos aman, y aquellos que nos necesitan y a quienes necesitamos. De sus enseñanzas y de su ejemplo inferí el siguiente credo: que no soló debemos tratar a los demás como queremos que nos traten, sino que hay que tratarlos como ellos quieren que los tratemos. (No que yo haga mucho por poner este credo en práctica; no hago mucho, para ser honestos; pero mi Gloris lo vivió).

Voy a extrañar mucho a mi Gloris. Entre otras cosas porque a pesar de estar tan lejos, ella y yo nos dábamos una llamadita (matutina para mí, vespertina para ella) casi a diario. Y ella ya no va a estar ahí. Todo pasa, y todo queda, como entona Serrat en sus Cantares. Y mi Gloris pasa, pero también queda en la memoria y en los corazones de aquellos a los que bañó con su Luz; ella queda en mi hermana y mi papá y en el amor que nos continúa uniendo a ella y a nosotros; y ella queda en mí.

Mi grongrongriata, esho mamo, mamita, mamita, mi Gloris… hasta siempre.

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Gloria en sustantivos y adjetivos

Y este aplastateclas, su compañero de ruta durante 57 años, da fe de que era amorosa, tierna, elegante, sensual, exquisita, inspiradora, sanadora, frágil, libre, progresista, todera, atenta, anfitriona, amable, risueña, gocetas, soñadora, sexapilosa, experimentada, espiritual, rumbera, querida, consejera, sicóloga, maestra, amiga, cómplice, irrepetible, imprescindible, comprensiva, sensible, bailadora, luchadora, pintora, emprendedora, acogedora, dulce, madre, abuela, tia, gourmet, amante, entusiasta, creativa, chef, caritativa, desinteresada, solidaria, compañera, conversadora, lanzada, dinámica, ordenada, práctica, innovadora, íntegra, leal, aguantadora, berraca, viajera, frentera, tolerante, médica, mamagallista, protectora, gurú, cálida, observadora, familiar, fiel, firme, detallista, linda, creyente, respetuosa, encantadora.