
@eljodario
· De William Ospina. Editó Random House
Siempre he sostenido que el otrora poeta William Ospina es el más brillante de los ensayistas colombianos. La facilidad de su prosa. La amplitud de sus criterios. Pero, sobre todo, el respaldo intelectual y cultural de sus comentarios y afirmaciones, lo colocan muy por encima de sus congéneres. Empero, por alguna razón siempre me he hecho la pregunta de por qué oírlo o leerlo es como escuchar o contemplar caer una cascada inalterable y cada vez me topo con más dificultades para resolver ese acertijo de su personalidad literaria.
Por estos días, cuando ha editado 35 de sus escritos entre el 2023 y el 2025, me he encontrado con el mismo fenómeno. Hay una plena satisfacción con lo leído. Hay afirmaciones serenas y sensatas sobre el trascurrir de la patria y otras tan contundentes que solo él sabe hacerlas. Afirmar, por ejemplo, refiriéndose a Petro, que el gobernante que no tiene tiempo para oír nunca tendrá tiempo para gobernar o que el presidente es el hombre de los diagnósticos correctos, pero de las soluciones equivocadas, es definir con brillantez el momento político que recoge este libro. Porque si 21 de los 35 miniensayos, o columnas dominicales que hemos leído con devoción, hablan de Petro y su gestión en particular y 13 más de las falencias del estado, no hay la menor duda que este libro termina siendo una expresión intelectualmente fina de la oposición al presidente Petro.
Como tal será entonces clasificada hacia la historia que escribirán otros basándose en sus análisis certeros. Pero hasta ahí llegan. Sus tesis son válidas y aguerridas más sus raíces no pegan en el estéril o aburrido suelo colombiano, donde cambiamos los partidos políticos por las cooperativas de contratistas.
Quizás por ello se equivocó al intentar convencernos de votar por el exalcalde de Bucaramanga a la presidencia o se estrelló contra los muros de su natal Fresno cuando intentó ser candidato a la gobernación del Tolima.
La experticia cultural de Ospina para juzgar la política de estos días es un respaldo sin igual a colección de miniensayos. Y el que solo uno, el dedicado al rio Magdalena y leído en la COP el año pasado, sirva para renovarnos la admiración en su calidad de narrador, demuestra la importancia y el respeto que genera William Ospina. (Opinión).
Escuche al maestro Gustavo Alvarez Gardeazábal.
Audio: https://youtu.be/ewSCAjv8cMg
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