Por Ramiro Orozco García
Armando Bedeneti es una persona sobre la cual no se puede ser indiferente y a la que hay que ponerle atención. Ha sido un camaleón que en el transcurso de su vida política, se ha adaptado a todo tipo de situaciones, personas, ideologías y por supuesto, partidos políticos.
Benedetti ha pasado de una izquierda moderada a simpatizante de la extrema de derecha, pasando luego al Petro-chavismo y desde ya le coquetea a Viky Dávila pensando en el 2026. Benedetti se deslizó con gran facilidad de ser admirador y colaborador de Alvaro Uribe a besuquear y abrazador en público a Gustavo Petro.
Al parecer Benedetti se cambia de ideología como cambiar de camisa, según la ocasión. Como senador no se recuerda nada importante en favor del pueblo colombiano, pero lo que sí recordamos son los procesos judiciales “por supuesta” corrupción, de los que aún no ha salido.
En el gobierno Petro, actuando como funcionario, ha sido embajador, ministro y presidente encargado, así hubiera sido solo por unos minutos.
Lo que no se puede olvidar es que Armando Benedetti desde su curul del partido de la U fue fiel escudero del señor expresidente Juan Manuel Santos y ponente de proyectos del gobierno como fue el de equilibrio de poderes, bandera de don Juan Manuel, hoy enemigo declarado de Petro.
La influencia de Benedetti en el actual gobierno nace desde la campaña y después de su corto exilio regresó cortando cabezas de todo aquel que se le atraviese con el beneplácito del presidente. Han caído varios altos funcionarios y otros están como guayaba madura, a punto de caer.
La guerra intestina que tiene con la canciller Saravia, antes amiga y empleada de él, solo ha traído mala imagen para Colombia y la coincidencia de que hoy la canciller sea noticia por ser desautorizada y ridiculizada por su jefe.
Benedetti ha provocado la renuncia de varios funcionarios de primera línea incluyendo a la ministra de justicia, la doctora Angela María Buitrago, señora que fue una gran fiscal durante más de veinte años y de los pocos funcionarios capacitados e idóneos de este gobierno. ¿Porque la quiere sacar? ¿Le está estorbando? La doctora Buitrago argumenta que no soporta la indebida injerencia del señor Benedetti y que por eso se va.
El fracaso del gobierno en la votación del Senado sólo tiene un nombre: Armando Benedetti. No hizo el trabajo que le correspondía como ministro del Interior y a pesar de los gritos y manotazos al secretario del Congreso para que cambiara la votación o de la ayuda “inesperada” de los seis senadores, tres conservadores y tres de Cambio Radical, que coincidentemente no pudieron asistir para votar por el “no” como el resto de sus bancadas, la consulta fracasó por dos votos y el responsable es uno solo: el señor Armando Benedetti (Foto).
Así las cosas, surgen preguntas perversas: ¿este fracaso fue accidental o fue provocado? ¿Armando Benedetti trabajó duro para Petro y fracasó o trabajó duro para Santos y tuvo éxito? ¿Será Armando Benedetti un Caballo de Troya que trabaja para que fracase el gobierno? O, por el contrario, estas afirmaciones son chismes de la mala prensa y de enemigos políticos y Armando Benedetti realmente es el mejor trabajador que tiene Petro.


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