@FicoGutierrez
Al señalado narcotraficante Óscar Camargo, alias “Pichi”, le bastó con apagar su brazalete electrónico para fugarse de su prisión domiciliaria en El Poblado, donde estaba recluido por orden de un juez, pese a su prontuario delincuencial de más de 20 años.
La importancia de “Pichi” en el mundo delincuencial es tal que ha sido denominado como el “Pablo Escobar Bumangués”. En esa capital controlaba más del 70% del tráfico de drogas.
En el 2020 fue detenido en una finca de Envigado y enviado a una Cárcel de Valledupar. Y hace poco volvió a ser noticia cuando se conoció que el presidente Petro lo había nombrado gestor de paz y le había otorgado la libertad. Volvió a caer en manos de las autoridades.
Luego del revuelo mediático se supo que un juez le había otorgado la libertad domiciliaria y que en virtud de ese beneficio estaba en una casa de un exclusivo barrio de Medellín. Después de haber violado 14 veces sus condiciones de detenido, este jueves se fugó en forma misteriosa.
El misterio está en que esta mañana el Inpec iba a ser notificado por un juez para trasladar a “Pichi” a un centro carcelario, pero alguien se anticipó a informarle al detenido, y el hombre se esfumó.
El alcalde Fico protestó así:
“Muy verraco así. Mientras los alcaldes de la mano de la fuerza pública perseguimos a los criminales más peligrosos, el sistema los premia y los llena en exceso de privilegios y de presuntas garantías.
Qué rabia y qué frustración que este bandido de Pichi, conocido como el Pablo Escobar de Bucaramanga, se esté hoy burlando de la justicia y de toda una sociedad por haberse escapado de su detención domiciliaria.
¿Cómo es posible que este sujeto de alto calibre criminal, después de ya haber estado en la cárcel, haber sido capturado en varias ocasiones y después de ya haberse volado en otras oportunidades, salga entre rumores y secretismo a seguir pagando la pena con medida domiciliaria? ¿Cómo es posible que para que cumpla su pena domiciliaria haya sido enviado a la ciudad de Medellín?
Nada tenía que estar haciendo aquí, menos cuando en esta ciudad y en el Valle de Aburrá ya había sido recapturado en al menos dos ocasiones por estar haciendo negocios criminales.
¿Acaso lo querían premiar? ¿Qué es lo que todavía no sabemos de los nexos de este criminal? ¿Si este sujeto había violado ya varias veces la medida domiciliaria y si el INPEC había solicitado ya revocar la medida, por qué tanta demora para hacerla efectiva?
¿Cómo es posible que, si “se conocía” que se le iba a revocar la medida domiciliaria, y atendiendo a los antecedentes y peligrosidad de este tipo, no se hayan tenido todas las medidas de seguridad para evitar que se escapara una vez más? Insisto, aquí los bandidos tienen que estar es en la cárcel y este criminal tiene que caer de una vez por todas.
Desde que las garantías sigan siendo para los peores criminales y no para la inmensa mayoría de los Colombianos, el país no va a cambiar. La pregunta es muy concreta. ¿Cómo es posible que le den detención domiciliaria a alguien que es considerado como el Pablo Escobar de Bucaramanga?
Pichi es un peligroso criminal. Se voló porque sabía que iba para una cárcel. ¿Quién le avisó? Que no sea que cuando vuelva a ser capturado, le den de nuevo detención domiciliaria.


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