Por Gabriel Zapata Correa
La denuncia que acaba de hacer pública la inquieta y dinámica representante a la Cámara, por el Partido Alianza Verde, Catherine Juvinao, con la cual demuestra que el presidente montó toda una estrategia para que se caiga la reforma pensional en las altas cortes, es una muestra más de que estamos bajo el régimen del engaño y de la mentira.
No pasa una semana, o varios días, sin que los colombianos cojamos al presdiente en una mentira, en un engaño o en una información falsa, lo que confirma que el mandatario no solo es un personaje de la vida pública mal informado, sino que, además, ha venido perdiendo credibilidad. Y eso podría ser discutible en un ciudadano de la calle. Pero no en el mandatario de todos los colombianos.
El último gran escándalo que dejó al presidente Petro muy mal parado ante la opinión nacional e internacional es el de Pegasus. Se trata de esa estructura de espionaje internacional para detectar movimientos ilegales de activos, generalmente provenientes del narcotráfico, y que habría sido comprado por el gobierno de Duque, ya fue desmentido por la Dirección de Inteligencia Policial (Dipol) de la Policía, y por la misma Fiscalía.
El engaño más reciente de Petro es el que descubrió Catherine Juvinao. El eje principal de la denuncia de la congresista se centra en la supuesta omisión del principio de publicidad, el cual garantiza que los representantes tengan acceso oportuno a los documentos de los proyectos de ley que deben ser debatidos y votados.
Según Juvinao, el Gobierno no proporcionó las copias necesarias del texto aprobado previamente por el Senado antes de que se sometiera a votación en la Cámara, lo cual, afirma, viola este principio y cuestiona la legitimidad del procedimiento.
“El pasado 14 de junio en plenaria de #ReformaPensional en la @CamaraColombia, el gobierno sorprendió con una proposición que, súbitamente, fue radicada para que la Cámara eludiera el debate y acogiera, con una sola votación, el texto que había aprobado meses atrás el @SenadoGovCo (sic)”, escribió Juvinao en su cuenta en la red social X.
Catherine Juvinao acusó al presidente Petro de montar una estrategia calculada para inducir errores en el trámite de la reforma pensional, para que esta se caiga en las altas cortes.
La congresista resaltó que el texto presentado en la Cámara era sustancialmente diferente del aprobado en el Senado, y que, conforme a la normativa, el Gobierno nacional debía proporcionar a los representantes copias de dicho documento.
Sin embargo, a pesar de que se imprimieron copias del texto por un valor de un millón de pesos, estas no fueron distribuidas, lo que llevó a una votación rápida y sin la discusión adecuada.
“Las fotos de las copias fueron tomadas ese mismo día por exfuncionarios del gobierno que no estaban de acuerdo con lo que se estaba haciendo. Me fueron entregadas directamente, probando así el dolo con el que actuaron para viciar la reforma en una estrategia calculada”, señaló Juvinao.
La congresista Catherine Juvinao afirmó que el Gobierno Petro saboteó el trámite de la reforma pensional a propósito, e incluyó una serie de preguntas dirigidas al presidente.
“¿Por qué @petrogustavo y su gobierno decidieron no entregar las fotocopias, sabiendo que viciarían la reforma ante una eventual demanda en la @CConstitucional?” (sic), se indagó Juvinao, al insinuar que esto formaría parte de una estrategia más amplia de manipulación.
En otras palabras, que el presidente Petro está promoviendo un “autogolpe”, para revolcar al país y sacar a sus seguidores a las calles. (Vea el video de Catherine Juvinao).
Todo es una mentira, todo es un engaño. Con las marchas en la defensa del gobierno del presidente Petro, se confirmó que el mandatario no tiene escrúpulos para nada.
Vean ustedes. Nicolás Gómez, militante de Salvación Nacional, acaba de denunciar que Colpensiones se gastó más de mil millones de pesos en buses para llevar a los trabajadores a las marchas.
Y esta semana que termina, le fue peor al mandatario. El Consejo de Estado le ordenó retractarse de sus falsas acusaciones a la familia de Vargas Lleras, por el supuesto mal manejo de la Nueva EPS. Y un tribunal hizo lo mismo, por aquella afirmación de Petro de calificar de “asesinos” a quienes quieren que se vaya del poder.
Esa cadena de desmentidos y esas denuncias por sus continuos y permanentes engaños a los colombianos, le han hecho perder toda confiabilidad al presidente, quien debería ser adalid de la verdad y de la transparencia.


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