Por Carlos Mario Restrepo Tamayo
Colombia, nuestra querida patria, está pasando tristemente por una de las situaciones más críticas que se haya vivido en muchos años de historia, en donde unos más y otros menos, hemos tenido mayor o menor responsabilidad para llegar al punto en que nos encontramos. Pero ya no es hora de lamentarnos ni de inculparnos, sino de enderezar el camino y trazar la ruta para los próximos años, trabajando todos unidos por una misma causa que no es otra que salvar a Colombia del abismo al que nos lleva el gobernante de turno.
No podemos quedarnos como una vaca atollada hablando, repitiendo y lamentando la llegada de Gustavo Petro al poder ni criticándolo en reuniones familiares y sociales por las idioteces que se le ocurre decir a diario, con las cuales sólo trata de llamar la atención para mantenerse vigente en los medios y en los titulares de prensa.
Tampoco nos podemos quedar manicruzados o acus cambados esperando que pasen las hojas del calendario para que se le cumpla su periodo presidencial de los 4 años que establece la constitución. Porque no sabemos cuáles serán sus planes y si está pensando en reelegirse directamente o por interpuesta persona. No podemos irresponsablemente dejar esta posibilidad al garete y tenemos que propiciar todo lo que esté a nuestro alcance para evitar que se repita esta tragedia nacional. Al perro solo lo capan una vez.
El mejor antídoto para confrontar el pacto histórico o diabólico y sus siniestros planes para perpetuarse en el poder es la UNION entre el 70% de los colombianos, que según las encuestas, queremos defender la democracia y la institucionalidad y no podemos por ningún motivo permitir que Gustavo Petro y sus secuaces colaboradores nos dividan hábilmente para debilitarnos como fuerza de oposición.
Logrando este propósito patriótico nacional tenemos que darnos a la tarea de encontrar unidos y sin egoísmo, la persona que por sus capacidades y trayectoria profesional pueda liderar este gran movimiento nacional para poder recuperar por amplias mayorías la presidencia de la República en el año 2026.
Bienvenida y urgente la iniciativa acompañada de estudios serios, planificados y desapasionados, uniendo esfuerzos entre el sector público y privado para la construcción de megaproyectos sólidos y sostenibles, motor fundamental para propiciar desarrollo y bienestar en las regiones, generando empleos, seguridad social, salud y educación, principal antídoto para combatir la presencia de grupos violentos y la llegada de falsos mesías, pregoneros socialistas, fantasiosos, vendedores de sueños utópicos de ríos de leche y miel llevando solo violencia, desolación, hambre, miseria y odio entre hermanos compatriotas como siempre lo han demostrado.
Tenemos que sacudirnos y salir del estado de CATALEPSIA Y AUTISMO en que nos encontramos, todos los amigos de la institucionalidad sin excepción, empresarios, gremios, academia, sindicatos, educadores, etc., etc.
Tenemos que unir esfuerzos para evitar que la corrupción, los políticos torcidos enmermelados, los grupos violentos y las bandas de narcotraficantes en compañía de este nefasto gobierno, terminen acabando con este país en su propio beneficio.
Salvar al país es tarea de todos y no de unos pocos ni tampoco de ningún país extranjero. En nuestras manos está el futuro de Colombia y de las nuevas generaciones. No podemos permitir que una minoría del 30% de favorabilidad unida nos derrote en las próximas elecciones.


Más historias
Crónica # 1238 del maestro Gardeazábal: Nos tocaría la guerra
Los Susurros de Kico Becerra
El gato que murió de sus siete vidas