24 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

¿Para los herederos o para el estado?

Un capítulo más se le suma a la contienda desatada por la repartición de la herencia de don Alfredo Díez Montoya y que muy seguramente pondrá definitivamente las cosas en su lugar.

El Reverbero de Juan Paz conoció el texto de la denuncia presentada ante la Fiscalía Especializada en Extinción de Dominio en la ciudad de Bogotá, por parte de los hermanos Alejandro y Ana María Díez Ramírez, en la cual solicitan también al ente acusador la enajenación temprana de las acciones de las sociedades CODISCOS, PILAS TRONEX y BANCOLOMBIA y otros bienes cuya propiedad se arroga el hijo mayor Alfredo José (foto).

Conoció también El Reverbero de Juan Paz, que será llamado a declarar dentro del proceso de extinción de dominio, entre otros, el abogado norteamericano Richard Doyle, quien conoce a la perfección el proceso de enajenación de las acciones de RAYOVAC en el año 1999 y en la cual Alfredo José fungió como representante de la compañía offshore su padre y no como propietario del jugoso paquete accionario, efecto para el cual también se hará la petición a esa sociedad ubicada en Wisconsin, para que allegue copia completa del contrato de compraventa, incluyendo los poderes extendidos por sus respectivos beneficiarios y el destino de los recursos entregados por tal operación, los cuales fueron depositados en cuentas de Gran Caymán, particularmente en tres cheques a nombre de Díez Montoya y sus dos hijos mayores Alfredo José y Margarita Rosa, en su momento como miembros de la junta directiva.

Este proceso involucrará, con toda certeza, a la entidad bancaria BANCOLOMBIA, que deberá también justificar la renuencia acerca del origen de los recursos a través de los cuales Alfredo José adquirió las 54 millones de acciones en el año 2000, a través de las sociedades de papel EMMERY EQUITY CORP., y LORANGE INDUSTRIAL CORP., con asiento en Panamá, sin capacidad económica, cuyas beneficiarias subyacentes se encuentran ubicadas en Tortola, BVI.

¿Será que los hermanos Díez Ramírez que están al margen de esta disputa, realmente desconocen la forma como el primogénito se quedó con casi todos los bienes de su padre? Lo interesante del asunto es la grave consecuencia que este proceso constitucional causará ante la justicia norteamericana, ya que el finado Alfredo era ciudadano de aquel país y su testamento dispuso la repartición equitativa de su fortuna y no para que quedara en manos de sus sucesores fiduciarios.

Señor Fiscal General de la Nación, Dr. Néstor Humberto Martínez: ¡tiene Usted la palabra!