Por Oscar Domínguez G. (foto)
De los siete mil millones de personas que contaminamos lo que queda del medio ambiente, muy pocos podemos contar que el director de una biblioteca nos ayudó a encontrar una novela que leímos en la niñez. Modestia, apártate, porque soy uno de esos pocos. Jorge Orlando Melo, cuando fue director de la biblioteca Luis Ángel Arango que está cumpliendo sesenta años de actividades en 2018, me ayudó a encontrar Genoveva de Brabante, de Cristóbal Schmid. Lo abordé en la apertura de una exposición de fotografía y hablando de esos primeros libros que nos deslumbraron llegamos al de Schimd. Él mismo buscó en una pantalla y me suministró el dato. Volví a leer esa sesenta años después. Melo fue invitado a la fiesta del libro de Medellín a hablar de su promocionado libro “Historia Mínima de Colombia”. (El historiador escribió una crónica de Melo en el periódico Universo Centro sobre los barrios de su infancia en Medellín, empezando por Boston, donde nació. La pueden bajar con horqueta de la página de Universo que está celebrando sus primeros cien números). En reciprocidad mínima por haberme guiado en la recuperación del libro de don Cristóbal rescaté la entrevista que le hice en su despacho de mandamás de la Luis Ángel que dirigió entre 1994 y 2005.(Lea la columna).
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