Por Gustavo Alvarez Gardeazábal (foto)
Jesurum no quiere que le abran el closet
La insólita tutela que ha presentado el señor Jesurum y la Federación de Fútbol para que un juez le prohíba a la SIC entregar datos a la opinión pública (o a la FIFA) sobre la manera como lo ha investigado y sancionado esa entidad, por hacer las repartisiñas de las boletas de los partidos de la eliminatoria al Mundial, muestra el pánico que tienen. En ningún momento están evitando que el país se entere de las inescrupulosidades del manejo del fútbol, sino el de que tras de esas informaciones oficiales que entregaría la SIC, actúe la FIFA. El hecho de que Jesurum sea uno de los vicepresidentes de la entidad mundial y el que los colombianos sepamos juzgar cuánto se come en una casa conque solo nos sirvan el desayuno, los tiene temblando. Falta ver quién se le mide desde adentro a ser el informante que devele ese mundo cada vez más cuestionado del deporte aficionado y profesional. Hay varios con ganas de hacerlo.
El día sin carro decretado para el sábado en Cali es un acto masturbatorio
En una de esas actuaciones perversas que van caracterizando al alcalde Armitage, se ha decidido que el próximo sábado 22 sea el día sin carro. Independiente de que la medida resulte un acto masturbatorio que no genera placer sino al que lo convoca, y que no ha dado resultado positivo en ninguna parte del mundo donde miden gases y sonidos, la medida va dirigida contra la clase media que había terminado por usar el sábado como el día para salir sin pico y placa a realizar la diligencias que durante la semana le son imposible efectuar. Los comerciantes, los grandes perjudicados porque dejarán de vender lo acostumbrado, andan pregonando que tan delirante medida solo busca que el alcalde Armitage y su gerente del MIO (el transporte colectivo de la ciudad) puedan verlo al menos un día en su vida lleno de pasajeros. ¿Vanidad o ganas de joder?
Famosa teóloga devela quienes son los dueños del poder en la iglesia católica
A raíz de mi comentario de la semana anterior sobre el ímpetu homosexual de la Iglesia, un antiguo alumno de la U del Valle, que terminó graduándose en Notre Dame University, me envía documentos y declaraciones de la reconocida téologa Janet Smith, profesora del Seminario del Sacre Coeur en Detroit donde afirma sin ambages que en la Iglesia ha asumido el poder “un grupo de homosexuales activos que se protegen entre ellos para tomar el control de las diócesis. Y así muchos llegan a puestos de poder desde donde pueden ejercer presiones contra los curas que no están de acuerdo con su forma de vida. Y les boicotean. Luego ayudan a los suyos a llegar más lejos en la jerarquía eclesiástica”. (Ni más ni menos que lo que conté hace ya 3 años en “La misa ha terminado”. No exageré)
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