18 abril, 2024

Primicias de la política, empresariales y de la farandula

A la primera palabra

Por Carlos Alberto Ospina M. (foto)

La hipocresía es la prenda que sirve para disfrazar la actividad económica de varias organizaciones empresariales. La visión, la misión, el credo y los objetivos institucionales de algunas compañías gozan más de letra chupada que, correspondencia, con los principios éticos y los valores morales. El sentido literal del texto corporativo, pocas veces, concuerda con el código de buenas prácticas comerciales.

“Son sus sonrisas las razones que nos mueven, la culminación de todos nuestros esfuerzos, las personas como auténtico motor de nuestro entusiasmo para hacerles la vida más amable, más vital; para que en el momento oportuno pueden cuidar de su salud, dar amor a sus hijos, ayudar con la tarea escolar, proteger su cuerpo, su hogar o su negocio”. Así lo resalta la voz en off del video corporativo 2017 de Tecnoquímicas, empresa sancionada con la suma de $25.780.986.000 por la Superintendencia de Industria y Comercio, mediante la Resolución No. 68722 del pasado 17 de septiembre de 2018, “por haber asumido el pago de las multas impuestas en el año 2016 a cinco (5) altos directivos de TECNOQUÍMICAS en el denominado Cartel de los Pañales” *, constituyéndose en una operación fachada para burlar la ley y el ordenamiento jurídico del Estado Colombiano. (*Resolución No. 68722 del 17 de septiembre de 2018, Superintendencia de Industria y Comercio). (Lea la columna).